viernes, 23 de diciembre de 2011

Top Ten Discoteca de los ´80

Bienvenidos a un nuevo post a vueltas con aquella maravillosa (para algunos) década de los ´80. Esta vez me voy a centrar en un repaso a la música discotequera de la época, caracterizada por la novedad de los sintetizadores y la ausencia de guitarras, sustituyéndose el típico riff de guitarra del rock por un riff de teclado de órgano electrónico, que hacía que cada niño de aquellos tiempos se comprara un organillo casio para intentar tener la ilusión de que podíamos ser músicos nosotros también. Éramos demasiado pequeños para que nos gustara el punk, la auténtica música de "hágalo usted mismo". 


La década en la música discotequera está dominada por un país mediterráneo, Italia. Al igual que ya hicieran con el cine del oeste creando el spaghetti western, nuestros vecinos del Mediterráneo hicieron suya la música de sintetizadores creando su propio estilo de música de baile, también llamado spaghetti o italo-dance. Más tarde se contagiaría al resto de Europa. Pero vayamos sin más dilación a repasar mi particular lista Top Ten, elaborada en forma cronológica - no había modo de decidirme por el orden en el cual mencionar los temas así que tiré de sabiduría salomónica y me decanté por la cronología.


10- Pino D´angio y su famosísimo Ma Quale Idea - versión española: Qué Idea, 1980. La gente que me conoce sabe que soy único para acordarme de trivialidades y cosas que veo por ahí de cualquier manera y nunca se me olvidan. Pues bien, ahí va otro clavo en mi ataúd: el disco al que pertenece esta canción fue publicado en 1981, así que durante los primeros ´80 una cassette de las antiguas rondaba por mi casa, con una de aquéllas cajas antiguas con plástico negro y la carátula tenía un gran Mickey Mouse impreso. Supongo que sería de mis hermanas mayores, pero creo que no la escuchaban tanto como lo hacían con las de Miguel Bosé. Bueno, entrando en materia, Pino D´angio, napolitano él, ha sido todo un hombre orquesta: cantante, compositor de temas para gente como Mina o el citado Bosé, ha presentado programas de tv, de radio, ha hecho monólogos, ha producido temas de música tecno en los ´90... y tenía ese toque macarrilla italiano que mola, y es que Nápoles es Nápoles...

La canción es una especie de Funky-rap, y las letras salían de su garganta entre las caladas que le daba a su cigarrillo... Me cae simpático este tipo, no lo negaré...



9- Trans-x, Living on Video, 1981. Aquí nos encontramos a dos canadienses haciendo de pioneros del tecno, ya se empezaba a jugar con la ambigüedad sexual, aunque los maquillajes masculinos se vieran un poco más adelante. Y si no, vean el nombre del grupo, para más señas... También encontramos dos de las obsesiones principales de la época en este mismo video: el rollito futurista y la moda más actual (de entonces...). En cuanto a lo primero, decir que la tecnología audiovisual era aún bastante reciente, y a la vez lo suficientemente fuera del alcance del ciudadano de a pie como para que tuviera un halo de misticismo y misterio que resultaba bastante atractivo. Aún éramos lo bastante ingenuos como para pensar que el futuro estaba aquí si poníamos unos cuantos monitores juntos, con gente moviéndose ajena a la cámara que grababa, moviéndose como auténticos robots de mentirijillas mientras visten plastiquitos con brillitos, manipulando unos cuantos diales. Es difícil de pensar hoy en día en nuestra era digital el impacto que suponía todo esto en la gente, baste recordar un par de películas a vueltas con los ordenadores (en aquel entonces en España aún se les llamaba computadoras - como en el resto del mundo hispanoparlante, por cierto). En Juegos de Guerra, un chaval usaba una cosa rara llamada internet y está a punto de montar una III Guerra Mundial desde su habitación sin saberlo, y en La Mujer Explosiva, unos adolescentes creaban una supermujer con su ordenador. ¡Ay, aquellos ´80!

Y en cuanto a la moda, mejor véanlo ustedes mismos...



8- The Twins, Face to Face, 1982. Una canción muy parecida a la anterior en cuanto al "riff" de sintetizador que dominaba en el estribillo, que solía repetirse una y otra vez en estas canciones, un molesto sonido agudo extrañamente pegadizo que se quedaba en la cabeza durante días y días sin que pudieras evitarlo. En esta ocasión son una pareja de alemanes vestidos de invitados a mi primera comunión, con unas coreografías de lo más espectaculares...

 


7- Bandolero, París Latino, 1983. Antes incluso de que España se adhiriera a la Unión Europea - entonces conocida como CEE - tres años después, ya se promovía la unión entre los pueblos. Un gran ejemplo fue esta canción, primer ejemplo de italo-dance en esta lista desde el número 10 de Pino D´angio. El estribillo está en español, y el rapeo del "bandolero" este alterna el inglés y el francés. Seguimos con la tónica habitual: sintetizadores, un cuerpo de baile a un lado, una go-gó al otro con alarmante parecido a Tamara Seisdedos (haced click en el nombre aquéllos que no la conocéis si sois de fuera de España, o mirad el post Grandes Éxitos Basuriles), mucha bombilla dorada detrás, y poco movimiento de cámara. Es tan kitsch, que es una de mis favoritas en esta lista...

 


6- Ryan Paris, Dolce Vita, 1983. Otro italiano con nombre inglés, para eso del mercado internacional. Fabio Roscioli, un romano de 30 años, llegó hasta el número cinco y esto le valió ser invitado dos veces al legendario programa Top of the Pops de la tv inglesa, y no sólo una sino dos veces. Ahí se acabó la leyenda de Ryan Paris, pero quien mas quien menos ha escuchado el temita. Para mi gusto, cutre y adocenado, lo m´s soso de esta lista, que ni siquiera el vídeo es hortera ni ná. Lo que hay que ver...



5- Silver Pozzoli, Around my Dream, 1984. Más italo-dance, más estribillo contínuo, sintetizadores por todos lados y letras en inglés. Uno se da cuenta de que la canción es italiana, y no sé por qué... No hay más que añadir, salvo el hecho de que una vez que la escuchas no puedes dejar de repetir el estribillo en la cabeza durante horas. Debe de haber experimentos científicos detrás de todas estas canciones, si no, no se explica...

 


4- Sandy Marton, People from Ibiza, 1984. Desde el otro lado del telón de acero nos llega Aleksandar Marton, desde la entonces república yugoslava de Croacia. Me lo imagino escapando del ejército rojo con las melenas y la ropa blanca holgada con un sólo pensamiento en la cabeza: voy a disfrutar de la vida y a no ser productivo para darle por culo al régimen estalinista. Entendió que había que ir a Ibiza, que por aquel entonces parecía estar ya dejando de ser hippy para empezar a pasarse al hedonismo de hoy en día. Una especie de protocultura house se iba formando en la isla, y la canción parece más un himno a lo pip que se lo pasaba todo el mundo y lo guays que eran en la isla...

 


3- Spagna, Easy Lady, 1986. El canto de cisne del italo-dance. Esta chica con el nombre de nuestro país triunfó durante el final de la década con canciones como esta. Primero solíamos oír un solo de teclado que se repetía bastantes veces, y más adelante llegaba ella con su pelo rubio estrellado y soltaba su estribillo pegadizo. Vamos asistiendo a la evolución de los sintetizadores, con nuevos sonidos añadidos al molesto pitido repetitivo de los primeros tiempos.

                          

2- Modern Talking, Brother Louie, 1986. Si esta fuera una lista en condiciones y no cronológica, ocuparía claramente el número uno. Por todo, por su estilismo con esos trajes anchos, esos pantalones por los sobacos, ese estilismo de mujer en el pelo, el brillo en los labios, un rubio y un moreno cual hermanos zipi y zape, su teclado más tarareable incluso que su estribillo, y una cosa por encima de todas ellas: el hecho de que si uno cierra los ojos, juraría estar escuchndo a una mujer. Estos alemanes lo petaron de nuevo a finales de los 90 sacando un recopilatorio con remixes de sus viejos éxitos y esta vez sí, los tuve que sufrir en mis carnes, ya que ahora sí que tenía edad para salir...



1- Fancy, Flames of Love, 1988. Las cosas estaban cambiando. Las canciones se aceleraban, los ritmos eran más rápidos, sin embargo conseguir un hit se iba haciendo más difícil, ya que la música de baile electrónica se iba quedando arrinconada y ya no era de todos los públicos sino más bien de fiesteros sin remedio. Seguimos dependiendo de un estribillo para formar una canción entera.

 


Y hasta aquí hemos llegado. Los sintetizadores dominaron toda la época, pero, al igual que los dinosaurios, gigantes imponentes, sucumbieron ante los minúsculos mamíferos primitivos, los sintetizadores caerían en el desuso ante un pequeño pero poderoso nuevo enemigo: el sampler. Sin embrago, algo debe de ser dicho en favor de todas estas canciones, y es el hecho de que cada una es obra original, y no un corta-pega descarado, y no miro a nadie, Black Eyed Peas...

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Post Data: ¿cuanto hace que no veis una de esas guitarras con teclado?

domingo, 4 de diciembre de 2011

Escenas eliminadas

Todos nosotros sabemos, o al menos entrevemos, que al acometer cualquier producto cultural, ya sea literatura, cine, música o comic, debemos de seleccionar. No todo lo que se nos ocurre ha de entrar necesariamente en el producto final. Al creador le compete corregir, pulir su obra. Y más en el caso del cine, de las formas artísticas quizá la más orientada al beneficio económico o, mejor dicho, la que más injerencias por parte del mercado está expuesta a sufrir, mediante las imposiciones de productores, o de metraje para que no se pase o llegue a las dos horas preceptivas, cambios de guión de última hora, etc etc...

Todos los grandes proyectos cinematográficos tienen sus escenas eliminadas. Desde que llegó al mercado el formato DVD nos hemos acostumbrado a poder verlas, e incluso se han rodado escenas en el mismo rodaje de la película sólo para su inclusión como extras en el DVD, o para fabricar cada x tiempo una nueva versión del director supuestamente definitiva (en inglés Director´s Cut), o versiones extendidas de la misma obra.

Desde la aparición de Youtube, se han puesto a nuestro alcance muchísimas escenas eliminadas de películas históricas anteriores a esta época de internet, archivos digitales y P2P. Es toda una mina para el arqueólogo cinematográfico, para el aficionado sin más, o para el auténtico freak que algunos llevamos dentro. A continuación presento algunas escenas eliminadas de grandes películas, o de películas blockbuster, que he encontrado por ahí en un rato de éstos míos tonteando por la Red.

1- Tony Montana (Al Pacino) le declara su amor a su compañero de correrías Manny Ribera (Steven Bauer) durante su estancia en el campo de refugiados cubanos al principio de la mítica El precio del poder, más conocida últimamente en España por su título original, Scarface. Para lo que dura esta escena, bien podrían haberla incluído en el montaje original, es muy divertida y una buena muestra del carácter de este tipo de personas y de la clase de sentido del humor que poseen.

                    


2- Muchas veces, el trabajo de un actor ni siquiera se ve reflejado en el resultado final. Éste fue el caso de la participación de Mickey Rourke en el film La delgada línea roja de Terrence Malick, un proyecto realizado en 1998, justo en la época en que el bueno de Mickey iba poco a poco saliendo del largo túnel en el que caminó durante casi una década y que le alejó del estrellato que merecidamente logró durante los años ´80. Su única escena en la película se quedó en la mesa de montaje y no apareció en la versión estrenada en cines, aunque luego fue recuperada en las ediciones en DVD.

                     



3- Este caso es un caso especial. Esta escena de la adaptación al cine del superhéroe más famoso de los comics Marvel, Spiderman. Un año antes de su estreno, recuerdo que la ví siendo utilizada como trailer antes de otra película que fui a ver (no me acuerdo cuál) y me pareció genial. Recuerdo que pensé "¡por fin tenemos a Spiderman en imagen real como Dios manda y la escena encima es una gran idea!". En esta escena, un helicóptero escapa por Nueva York con unos criminales dentro. Cuando creen que van a escapar, quedan atrapados en una gigantesca telaraña colocada entre las Torres Gemelas por nuestro amistoso vecino Spiderman. En el tiempo transcurrido entre la visión de este trailer y el estreno de la película en 2002, el mundo cambió. Al Qaeda destruyó las Torres Gemelas el 9 de septiembre de 2001, y los productores decidieron no incluirla en el montaje final, debido al trauma que supuso tan dramático acontecimiento. Supongo que, al no ser americano no entiendo por qué decidieron eliminarla, creo que ver las Torres Gemelas en una película no debería hacer daño a nadie, pero ya digo que no lo soy. En su momento no entendí el por qué y me enfadó bastante, ahora pasados los años y habiendo madurado un poco, veo lo majadero de mi indignación y respeto lo que se hizo. Al fin y al cabo, está a nuestra disposición en internet, y eliminarla no cambió gran cosa el resultado final, y si eliminarla sirvió para no provocar el sufrimiento de millones de personas, bien hecho.



4- Aquí os pongo una escena eliminada de una de las mayores películas de culto que conozco, La vida de Brian, sátira sobre los Santos Evangelios y la vida de Jesucristo que realizó el grupo de cómicos inglés Monty Python allá por 1979. No sé la cantidad de veces que puedo haber visto esta película, unas 20 veces por lo menos, especialmente en mis años de instituto. Pues bien, siempre que la ví, había un gag que me pareció que no venía a cuento y no me producía mucha risa. ¿Recordáis a Brian en la cruz y la cantidad de veces que puede ser salvado y que al final no se concretan? Una de ellas consistía en un escuadrón suicida judío que, como su propio nombre indica, acaba suicidándose y muriendo allí mismo delante de él. En el montaje que todos hemos visto, se queda en un simple chiste, un juego de palabras. Sin embargo, Terry Jones, el director, eliminó una escena anterior en donde aparecía este escuadrón suicida, y se veía que eran judíos nazis, cuyo símbolo mezclaba una esvástica con una estrella de David. Supongo que aquí pudo haber algún caso de probable autocensura, ¿os imagináis lo que podría haberse montado si se llega a estrenar con esta escena en los cines de todo el mundo?

                     


5- Vamos con una mucho más reciente. En esta escena eliminada de 28 días después, el protagonista que acaba de despertar de un coma, aún no ha asimilado el cambio que ha sufrido el mundo debido a la plaga de zombis que lo ha infectado. Uno de sus compañeros de fatigas (que no durará mucho en la película y cuyo actor podría haberse sentido igual que Mickey Rourke en La delgada línea roja, ya que su trabajo se vio reducido a la mínima expresión), reflexiona sobre la vida y la muerte, y cómo lo que tenía valor anteriormente, ya no tiene sentido al estar rodeados de muerte por todos lados.



6- Star Wars cambió el concepto del cine. Fue la primera saga cinematográfica en crear fanáticos o frikis como los conocemos hoy, la primera en hacer rico a su creador a base de merchandising, y una fuente constante de escenas eliminadas del producto final. Aquí os presento una breve escena de Han y Leia durante su estancia como fugitivos en la ciudad minera de Lando Calrissian, donde profundizan en su amor. ¿Por qué se eliminó? No tengo ni idea, supongo que habría que recortar por algún lado y decidieron que era redundante...


Y para terminar, una escena que introducía una subtrama romántica en Star Wars: Una nueva esperanza, que al final no vio la luz:



sábado, 12 de noviembre de 2011

Adiós, ´Smokin´ Joe...

Frazier en su época dorada
Señoras, señores, se nos están muriendo todos los mitos. Es ley de vida, todo se acaba, no somos nadie, y así podríamos seguir una a una citando frases comunes que nos sirven para atenuar el horror primordial que nos provoca el darnos cuenta de que en un momento dado dejaremos de existir. No solemos enfrentarnos a la muerte a diario, ni siquiera solemos reparar en el pasar del tiempo en nuestro día a día. Sin embargo, todo esto nos golpea bruscamente cuando leemos en las noticias que alguien a quien admiramos nos ha dejado. Si este alguien resulta que ha quedado anclado en un momento histórico concreto, si además fue protagonista de una de las rivalidades más grandes en la historia del deporte en una época en la que no existían los medios de comunicación que tenemos ahora y la televisión convertía en dioses modernos a según qué personajes, uno de repente siente un pequeño vacío en su interior difícil de explicar.

Esta introducción tan enrevesada intenta expresar el vacío que uno siente ante la muerte de ´Smokin´ Joe Frazier, ex-campeón de los pesos pesados, que se ganó un sitio en el Olimpo del boxeo al ser el primer luchador que consiguió tumbar al legendario Muhammad Alí, considerado como el mejor púgil en la historia del boxeo. La leyenda cuenta que el apodo Smokin´ le vino de la intensidad con la que se entrenaba, que casi hacía que saliera humo de sus guantes y del saco que golpeaba.



Su rivalidad fue legendaria. A un lado del ring, teníamos a Alí, el Carisma, fanfarrón, bocazas, tan rápidos sus golpes como su lengua, la polémica. Rebelde hasta la médula, se convirtió a la religión musulmana y estuvo a punto de ir a la cárcel al negarse a realizar el servicio militar en la guerra de Vietnam, motivo por el cual se le retiró la licencia para boxear, por lo que perdió su título de campeón mundial de los pesos pesados. Frente a él, Frazier, un tipo mucho más discreto, callado, hablaba con los puños. En sus estilos de lucha también eran muy diferentes. Alí era el estilo, la clase, un peso pesado increíblemente ágil, que en la pista se movía como un peso ligero. Frazier se abalanzaba sobre los rivales, descargando golpes con la cabeza hacia adelante, embistiendo como un toro.

En sus últimos años
Frazier se hizo con el título mundial mientras Alí estaba suspendido por su negativa a ir a la guerra de Vietnam, por lo que creía que su condición de campeón no estaba verdaderamente legitimada si no vencía a Alí en combate. Para ello, elevó una solicitud formal al entonces presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, solicitando que se le retirara el castigo y poder enfrentarse a Alí defendiendo su condición de campeón mundial de los pesos pesados. 

El 8 de marzo de 1971 en el Madison Square Garden de Nueva York se libró así el primer combate entre Frazier y Ali, el cual fue denominado como "La pelea del siglo"; Ali hizo gala de sus mejores golpes pero Frazier logró neutralizarlo, en medio de la enorme expectación de los aficionados. Frazier llegó a tumbar a Ali y fue superior durante la mayor parte del combate, siendo el ganador por puntos en decisión unánime del jurado.

Éste fue el punto más álgido en su laureada carrera, un enorme luchador que tuvo la -¿mala?- suerte de coincidir con el mejor de todos los tiempos, junto al cual y a otro gigante llamado George Foreman, escribió las mejores páginas en la historia del boxeo. Consiguió en este combate vencer al hasta entonces invicto Alí, aunque este le derrotó dos veces más, la última de las cuales fue en la famosa velada conocida como "Thrilla in Manila". Este combate está considerado como uno de los mejores y más salvajes en la historia del boxeo.

Póster promocional de la segunda pelea entre Alí y Frazier, el 28 de enero de 1974, en el Madison Square Garden, donde Alí obtuvo la revancha de su derrota anterior.
El combate terminó con otro triunfo para Alí por retiro de Frazier después del décimo cuarto asalto, tras una pelea donde Frazier (ya con un ojo lesionado y otro ensangrentado) luchaba casi a ciegas tras una monumental paliza de Ali, quien hizo volar el protector dental de Frazier hacia las tribunas. La lucha de Manila acabó cuando Eddie Futch, el entrenador de Frazier, paró la lucha al notar que su pupilo tenía graves lesiones en el rostro y estaba balbuceando incoherencias. El propio Muhammad Alí sufrió duramente con los golpes de Frazier y estaba cerca del límite de sus fuerzas al cesar la pelea, al extremo de gritar a sus asistentes para que le quitaran los guantes al fin de la lucha. Años después Ali reconocería que por los golpes de Frazier "en ese combate vi la muerte muy de cerca".

Otro de sus grandes rivales fue George Foreman -vaya tres patas para un banco- contra quien perdió el título mundial en 1973, y tras otro combate -y derrota- contra él en 1976, decidió colgar los guantes. Volvió fugazmente en 1981 contra Floyd Cummings, contra el que quedó en tablas. Su registro acabó en 32 victorias de 37 combates, 27 de ellas por KO; 4 derrotas (las dos contra Alí y las dos contra Foreman), y un empate. Además del título mundial de los pesados, como boxeador amateur también ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1964 en Tokyo.No está nada mal para aquél chaval de 16 años aprendiz de carnicero que comenzó a entrenar en boxeo como medio para no engordar...

En sus últimos años había perdido toda la fortuna que ganó con sus combates. Alquiló un modesto piso en la segunda planta de un gimnasio en una zona humilde de Philadelphia donde entrenaba a chicos jóvenes deseosos de seguir sus pasos. En octubre de 2011 su asesor personal, Leslie Wolff, anunció que Frazier había sido diagnosticado con cáncer de hígado con pocas posibilidades de sobrevivir. Durante sus últimos meses de vida estuvo recluído en un hogar para enfermos terminales en Philadelphia. Frazier falleció el pasado 7 de noviembre a la edad de 67 a causa de dicho cáncer.

En una ocasión comentó que había dividido la medalla de oro que consiguió en los Juegos de Tokyo en 11 partes, una por cada hijo que tuvo. Después de 47 años, al fin ha podido unirse de nuevo. Uno no puede dejar de pensar en la poco sutil metáfora de lucha que representan los boxeadores, ganándose un hueco en esta vida a base de levantarse a pesar de los golpes. De orígenes humildes, alcanzó la gloria, la fama y el dinero para luego volver a caer en el olvido y la pobreza. Pero, señor Frazier, como decimos por aquí, "que le quiten lo bailao". Hasta siempre.


A continuación, unos cuantos vídeos, por este orden: el KO de Frazier a Alí:



 los mejores momentos de Thrilla in Manila:



y el Frazier cinematográfico interpretado por James Toney en el biopic Alí, gran película sobre la carrera de Muhammad Alí, interpretado por Will Smith:


En Youtube es muy fácil encontrar las peleas de Frazier contra Alí completas o divididas en partes. Una gozada.



jueves, 18 de agosto de 2011

Aquellos malditos años 80

Llevamos algún tiempo con un cierto revival de los años 80, aquellos años infames para el mundo en todos los sentidos, política, cine, música, estilismo... Un amigo me decía hace años: "cómo molan los 80..." Pues bien, en este y futuros posts voy a centrarme en darle caña a estos años sobrevalorados por aquellos que fueron adolescentes en la época y bastante denostados por muchos que somos lo bastante mayores para acordarnos de ellos pero lo bastante jóvenes como para, gracias a Dios, haber pasado de puntillas por esta década.

En esta entrega voy a centrarme en algunos de los ídolos musicales de la época, que exceptuando uno de ellos que empezó de una manera y ha sabido adaptarse cual camaleón durante los años siguientes y sobrevivir en los escenarios, exceptuando a este, decía, todos los demás murieron artísticamente hablando en esos años. Por este motivo no voy a hablar de auténticos iconos que también triunfaron en esta década como Madonna, Prince o Michael Jackson, me centraré en aquéllos que brillaron sólo y exclusivamente en este período.

Los recuerdos son algo muy subjetivo, que dependen de la edad o momento vital en que nos encontramos cuando vivimos cada situación, y que además nuestro cerebro va transformando conforme avanza el tiempo, casi siempre haciéndolos más entrañables hasta desvirtuarlos por completo. Hoy voy a demostrar que, sí, fui un niño feliz en la década infame y poseo grandes recuerdos edulcorados por la edad, pero a su vez tenía hermanas mayores adolescentes que me hicieron disfrutar con todos los éxitos pop del momento. Hablando de traumas infantiles, puede que mi aversión por el pop más blandito y la música ligera venga de aquí... hermanitas, nunca os lo agradeceré lo suficiente. Y si pensábais que ahora la música está mal, es porque no os habéis parado a escuchar lo que se hacía hace 25 o 30 años...

Miguel Bosé

Figura capital del star system español desde casi mi nacimiento, lo cual dice mucho del show business patrio. El tipo este va camino de un récord, más de 30 años sin salir del armario. Su sustituto natural fue un colega de Ramoncín, Alejandro Sanz (a.k.a. Alejandro Magno). Aquí un ejemplo de cuando empezaba en la música, como ídolo de adolescentes que se oponían a sus madres y no buscaban el clásico macho ibérico...




Wham!

O los orígenes como sex symbol de George Michael. Las niñas debían de estar ciegas, se olía a millones de km que estos tíos no estaban interesados en lo más mínimo en casarse con ellas. Todo un estallido de color y glamour, ritmos pegadizos con las tribulaciones típicas de un adolescente, música que más allá de recordar una época y unos momentos en la vida de cada uno, no va más allá de la pura nostalgia. Auí los tenemos desatados interpretando su mayor éxito antes de separarse, Wake me up before you go-go, que al traducirlo sería algo así como Despiértame antes de irte-irte. Pura poesía.



¡Huyuyuy, las manos quietas George! ¡Que nos ven las fans!


Duran Duran y Spandau Ballet

Los abuelos de Tokyo Hotel. Eran tope modernos con sus peinados rompedores, su ropa enooorme y su música que... ¿alguien se acuerda de su música? También fueron predecesores de la rivalidad Oasis-Blur, aunque les unían más cosas de las que les separaban y si no, vean, vean...

A ver, ¿quién es quién? Una pista: Spandau Ballet vestían más como señoras mayores y a Duran Duran les iban los tintes...

En cuanto a su sonido, prescinden casi por completo de guitarras, baterías y bajos. Casi todo era electrónico, las primitivas cajas de ritmos y sintetizadores. Hubo grupos rompedores en este tipo de música, pero esta gente fueron las boy bands de los 80 en Gran Bretaña, así que fueron meramente una herramienta de las discográficas para su público adolescente. Lógicamente, cuando crecieron estos chicos y también su público, su existencia como bandas no tuvo razón de ser. Últimamente creo que los Spandau Ballet se unieron de nuevo para una gira. Seguramente para tocar en las verbenas de los pueblos británicos, como Fórmula V...








Boy George and the Culture Club

Este tipo era más underground que los anteriores, digno representante de los New Romantics, pero lo pongo como hijo de su época que fue. Abiertamente homosexual, cuando era pequeño realmente pensé que era una mujer, y pensaba  ¿¡pero por qué se llama Boy!? Si buscáis imágenes de él vereis que en el revival actual ochentero en cuanto a moda, se han cogido muchas cosas de las que se ponía este tipo. Un visionario, vamos (vio nada menos que 20 y pico años en el futuro...) Ni un instrumento musical, sólo caja de ritmos y sintetizadores, aunque eso sí, todavía no se había extendido el uso de samples, así que la música era original 100%...

Joer, a ver si me he equivocado... ¿;Ésta no es Alaska?


A continuación tenéis su mayor éxito, el tema Karma Chameleon, bastante recurrente en las cadenas de radio musicales tipo M-80 o Kiss FM. Muy happy, muy pasteloso, no apto para diabéticos. Ahora, eso sí, muy modernos ellos, con sus pintura, su ropa trendy y sus complementos. Como queriendo tapar el sonido de su música con su aspecto provocador. Sí señores, Lady Gaga no es la primera en utilizar esta maniobra de distracción...





Milli Vanilli

Estos tipos querían ser la versión negra de Wham!, pero sólo resultaron ser la versión tramposa y fraudulenta. Se les descubrió haciendo trampa, ya que los que ponían la cara y la carne eran dos top models y los que cantaban eran otros más feos. Fue un escandalazo en la época, los auténticos cantantes salieron al mercado como The Real Milli Vanilli (Los auténticos Milli Vanilli), y los falsos quisieron seguir cantando ellos, pero la gente ya no picó más. Un tiempo después, uno de ellos la palmó de sobredosis. Años más tarde me acordé de ellos en dos ocasiones: una en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 cuando se corrió la voz de que la preciosa niña que cantaba en la ceremonia de inauguración hacía playback de la voz de una niña fea y gordita. Otra, en uno de los mejores y más guarros gags de la película Bruno, de Sacha Baron Cohen.

Eso, eso, tápate, bonico...
Aquí los muestro haciendo lo que mejor sabían hacer, sus posturitas cool moviendo la boca como si cantaran...




Vanilla Ice


Al final de la década y principios de los 90 surgió el rapero que más ha vendido en la historia... ¡y era blanco! No, no es Eminem. Es Vanilla Ice, un tipo sin vergüenza ni talento que sampleó a los Queen, concretamente el famoso bajo de su tema Under Pressure, y lo petó con su tema Ice Ice Baby. Estuvo un par de años en candelero, canción con las tortugas ninja incluída, y después desapareció como llegó. Al menos ha dado para uno de los mejores gags de las pelis de Austin Powers, cuando aparece criogenizado en la misma sala donde descongelan a Austin.

Esa pelambrera de rapero New Romantic no pega con los tiroteos del ghetto...

He aquí el prodigio musical que le hizo millonario de la noche a la mañana. A unos les toca la lotería, otros entran en un reality musical en el momento justo, otros hacen un tema patético que cae en gracia...


Lo mejor de este tipo es que 20 años después... pidió perdón. Sí, señores, aquí está el vídeo donde públicamente se disculpa. Tiene pinta de ser una coña marinera, una campaña publicitaria o un gag televisivo. De cualquier manera, es divertido...



Para los jovencitos despistaos que no los vivieron: ÉSTOS eran los verdaderos años 80, no lo que enseñan en las tiendas de moda, en los vídeos de Rihanna (que dentro de 20 años merecerán una entrada como ésta en algún blog). Y sí, en los 80 también hubo cosas buenas, pero hijos míos, sólo sé escribir acerca de lo malo, es muuuucho más divertido.

En futuras entregas seguiré descargando bilis y mala leche para devolver los años 80 al ghetto cultural del que nunca debieron haber salido. Forma parte de la terapia de mi psiquiatra, el dortó Grijander para exorcizar traumas infantiles.

viernes, 29 de julio de 2011

Los comics y yo

Mi madre suele decir que los libros y yo venimos de la mano. No se nos suele ver a uno sin los otros separados durante mucho tiempo. A cada sitio al que voy, en cada momento que tenga un respiro, ahí que me pongo a leer. Siempre ha sido así y siempre lo será, hasta tal punto llegó a ser exagerada la cosa, que el mayor motivo que nunca tuvo mi madre para desear mi emancipación fue que las paredes de mi casa iban a sucumbir debido al peso de los libros que llegué a acumular en su casa. Y el problema se tornaba más crítico aún en tanto que soy incluso más compulsivo comprando cómics que adquiriendo libros. Si a todo esto se le añade el mayor tamaño de estos en comparación con los libros y que cada mes sale un nuevo capítulo de cada serie como mínimo, sumado a que nunca, nunca, nunca, tiro ni vendo nada, pues entenderéis a esta pobre sufridora madre mía.

Que yo recuerde, toda mi vida he leído cómics, los que pillaba por ahí, Mortadelos, tebeos sueltos de superhéroes, Capitán Trueno, Astérix, Tintín... estaban ahí, y los devoraba sin más, sin coleccionar. Hasta que llegué a tener unos, qué se yo, siete u ocho años.


Un  día, un buen amigo de la época, al que ahora no puedo ni ver, me enseñó su casa y en el cuarto de su hermano, que era mayor que nosotros, estaba su colección de cómics. Comparada con la que tengo ahora no es nada, pero era bestial para mí entonces. Tenía muchas series, todas de Marvel de cuando los primeros tiempos de Planeta (su famoso formato Fórum): 4 Fantásticos, Patrulla-X, Spiderman... Lo que me llamó la atención y me pareció lo más grande fue que había encuadernado un par de series en tomos de a veinte números Forum a saber: Spiderman y Daredevil. De la serie de Spiderman, que debe ser la primera que me prestó el hermano por aquello de que es Spiderman y supongo que por conocerlo debió pensar que me gustaría más, apenas me acuerdo de nada: que empezaba con una historia del personaje, y tenía algunos villanos ridiculos como Will el-del-mechón (más adelante conocido como Fuego Fatuo).

El ínclito Will-el-del-mechón...
Sin embargo, la joya de la corona era Daredevil. En la niebla del recuerdo creo haber comprado y leido un número de Daredevil, el 13, que me dejó grabadas unas imágenes: su portada, con un primer plano de una extraña mujer con una máscara clavada en un cuchillo grande, una escena en un cine donde atravesaban a un hombre con un cuchillo y se veía el bulto del ídem que, aunque atravesara una butaca de cine y carne y hueso no podía con una simple tela de algodón, y algo un poco más tonto, ver a personajes utilizando cuerdas de tender la ropa para saltar por los edificios (yo no podía lanzar telarañas ni batarangs con cuerdas, pero las cuerdas de la ropa estaban en el lavadero de casa...)

Portada de DD #179 usada en DD #13 Fórum. Me impactó de crío.

Camisa mágica. Agujero de entrada, no de salida.
Unos episodios antológicos, con clanes ninjas, criminales, un malo más mafioso que supervillano (Kingpin), el amor de su vida convertido en despiadada asesina a sueldo (Elektra), asesinada por su archienemigo psicópata (Bullseye)... Un faro de luz en el monótono mundo de los superhéroes de aquel entonces.

Aún así, cuando leí Daredevil de Frank Miller (en su momento no nos planteábamos quiénes eran los autores de los comics) en dos tomos de 20 números cada uno, me dije: yo quiero tener libros de cómics tan chulos como estos. Pero había un problema: si quería hacerlo, tenía que ser desde el número 1.Y en Almería a mitad de los 80 pues como que no encontrabas números atrasados, ni siquiera te lo planteabas. Tampoco salían series nuevas tan a menudo. Y encima eran mensuales, tardaría una eternidad en juntar los 20 números reglamentarios. Además mi amigo me dijo que tuviera cuidado con los tamaños de los cómics, debían de ser tamaño grande para que se encuadernaran bien y no tapar letras. ¿Solución? Afortunadamente, salió una serie semanal que cumplía todos los requisitos: Dragones y Mazmorras. Sin embargo, perdí unos cuantos en semanas que no pude comprar o se gastaron muy pronto, o se me rompieron los ejemplares.

Cantad todos conmigo... Tú el bárbaro, tú el arquero, acróbata magos y tú el caballerooo...
Inasequible al desaliento, seguí comprando cómics pero, mira tú por dónde, apareció una pesadilla en los quioscos llamada "formato americano": de repente, los cómics encogieron. Para entonces, ya había caído en la red comiquera y seguí comprando cómics (a partir del número uno, claro): Infinity Inc. de DC cómics (porque salía en la portada entre muchos una tía verde que confundí con Hulka, algo parecido a confundir el Madrid con el Barça... no me regañéis, es que era muy chico yo), o...
En realidad se llamaba Jade y era hija de Green Lantern...
Capa y Puñal, personajes molones que salían en los tomos de Spiderman de mi colega, etc... Mala suerte que llegara siempre el verano y tuviera que perder los números estivales porque a mis padres les molaba veranear en Aguadulce, donde no había un maldito quiosco en condiciones.

Un chico negro y una chica blanca. No, no se besaron nunca...
Así que intentaba seguir los comics nuevos con el formato pequeño, hasta que un buen día, ¡oh milagro! ¡una serie nueva en formato grande! Robocop: mitad hombre, mitad máquina, todo policía. Vale, no era un superhéroe. Vale, no había visto la peli. Vale, los cómics eran una mierda. ¡Pero eran grandes, y a partir del número 1! ¡Por fin podría hacerme un tomo! Así que puse mis esperanzas en ello, y seguí Robocop mes a mes (desintoxicándome con otros cómics que me gustaban, entre ellos Animal Man de Grant Morrison que empezó por esa época). Pero el destino me la jugó de nuevo: a la altura del número 14 o así, ¡van y cambian el formato de la serie a pequeño, así sin avisar! Ni os podéis imaginar el cabreo. ¿Qué iba a hacer ahora? A situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Mandé a mi padre a la imprenta a encuadernar los primeros 10 numeros de Robocop y a tomar por culo la serie, que era una mieeeerda de las gordas.

No creo que existan muchos aficionados que se compraran una serie sólo por el tamaño. Ah, la niñez...
Para entonces, ya era un friqui de los buenos, y más adelante rompería un par de tabúes que he descrito anteriormente y me hice un tomo que sí vale la pena: los 26 números de Morrison en Animal Man ( ¡no son 20! ¡Y formato USA!). Aunque en el lomo me escribieron "Animal Mam". AAAAARGH!

Una de las mejores series que he leído nunca. Imaginaos Niebla de Unamuno en cómic. Sí, sí, es un superhéroe con mallas naranjas pero todo es posible...

domingo, 24 de julio de 2011

El que esté libre de culpa. Plagios en la industria musical

Con tanto medio de comunicación por medio, con tantos y tantos años de cultura popular - tantos como la historia de la Humanidad - cada vez es más y más difícil ser original, no estar "influído" por una obra previa. Si a esto le añadimos el hecho comprobado de que dos personas de diferentes culturas y a miles de kms de distancia pueden llegar a la misma idea por diferentes caminos, sumado a la orgía de producción en cadena de bienes culturales, y la urgencia de sacar al mercado más y más productos para mayor gloria de las grandes multinacionales, no podemos encontrar bastantes productos que mimetizan otros anteriores. Y si estas similitudes se han realizado conscientemente y no se acredita al autor original, entonces estamos cometiendo plagio.

Pues bien, he elaborado una lista con casos de plagio, probados legalmente o no, donde se han visto involucrados grandes grupos o artistas de la historia de la música popular.  Y como digo en el título del post, y como decía el mismísimo Jesucristo, el que esté libre de culpa, que tire la primera piedra. O dicho de otra manera: aquí copia todo dios...


Nirvana

Después de dar el gran bombazo con Smells Like Teen Spirit, el himno de mi generación, en Geffen Records - discográfica de Nirvana - se disponían a decidir cuál sería el segundo single del LP Nevermind. Se decidió que fuera Come as you Are, un tema bastante comercial que serviría para asentar las ventas del disco. Las malas lenguas dicen que el mismísimo Kurt Cobain no las tenía todas consigo ya que el riff de guitarra que abría el tema se parecía mucho al de un tema de la banda inglesa de los años 80 Killing Joke, concretamente, el llamado Eighties. A continuación, la voz de Kurt Cobain sobre el riff de The Killing Joke. Juzgad vosotros mismos:



Killing Joke se planteó acciones judiciales, que interrumpieron casi por decoro cuando Cobain se suicidó en 1994. Y podrían haber ganado, incluso.

Nirvana es uno de mis grupos favoritos, y no dudo de su calidad. Muchas veces, escuchas una melodía que se te queda en la cabeza durante años a nivel subconsciente para después volver en forma de canción antes de recordar que de hecho la habías escuchado antes. Todo el mundo comete errores, y los más grandes también, mitificar a músicos que al fin y al cabo son personas como cualquiera de nosotros, es un error bastante gordo. Además, el mismo nombre de la banda no es original, han de pagarle derechos de autor a una banda británica psicodélica de los años 60 del mismo nombre.


Michael Jackson

Éste es uno de los casos de plagio más famosos, en cuanto que afecta a uno de los más grandes iconos de la música, el llamado Rey del Pop, recientemente fallecido, Michael Jackson. Fue denunciado por el cantante y compositor italiano Al Bano, que afirmaba que el tema de Jackson Will You Be There? perteneciente al álbum Dangerous, de 1991, plagiaba su tema I Cigni di Balaka, de 1987.
Aquí tenéis una muestra para juzgar:



En un principio, ganó Jackson al fallar un juez californiano que ambas canciones se basaban en temas tradicionales de los indios americanos, y Al Bano fue condenado a pagar los costes judiciales. Sin embargo, he leído una noticia de 1999 en la que un juez romano declara que 37 de 40 notas son idénticas, y si bien rechazó que Jackson pagara una indemnización millonaria al cantante italiano, sí que le obligó a pagar los costes judiciales esta vez. Así que estamos casi técnicamente en un empate, con resultado de 1-0 para el equipo de casa en cada campo... Estaría bien un desempate al mejor de tres, ¿no creéis? ¿En campo neutral?



Coldplay

Siempre pensé que esto de los samples se utilizaba básicamente en el rap y el hip hop. Explicaré lo que es un sample para aquellos que no estén familiarizados. Sample es un término inglés que significa muestra, puede ser una muestra de pelo para un análisis de adn de esos de CSI, puede ser una muestra del agua de un río para estudiarla, de un animal, etc. En el caso de la música, un sample es una parte de una canción que se utiliza por parte de otro artista en sus composiciones. Para que un sample pueda ser utilizado, ha de venir reconocido por el artista por escrito en el cd y haber pagado sus derechos de autor correspondientes. Como ya he dicho, es una práctica común en el rap, el hip hop o la música electrónica. Ejemplos famosos de samples: Vanilla Ice usó un tono de bajo del tema de Queen Under Pressure para su Ice Ice Baby, y Tone Loc un riff de guitarra de los Foreigner en Hot Blooded para su Funky Called Medina.

Pues bien, la famosa banda Coldplay está llenando sus temas de samples, como en el reciente Every Teardrop is a Waterfall. Este caso es un ejemplo perfecto de sample en cadena. Viene del tema discotequero Ritmo de la Noche, de 1990, que a su vez está cogido de un tema de 1976, I go to Rio, por un tal Peter Allen, al que le pagan sus derechos de autor, según ellos.


Al parecer, no hay dudas sobre este caso, ya que los autores originales están acreditados y reciben sus derechos de autor. Parece ser que han aprendido la lección de su anterior polémica con otro de sus grandes  - si no el más grande - hit, el ultramegafamoso Viva la Vida, de 2008. Resulta que todo el cuerpo principal de la canción es sospechosamente parecido a un tema instrumental del gran y prestigioso guitarrista Joe Satriani titulado If I Could Fly, de 2004.



Coldplay mantuvo que el pàrecido era pura coincidencia, pero por si acaso, llegaron a un acuerdo extrajudicial con Satriani antes de que las cosas se les salieran de madre. No está mal para una banda que en un principio se anunciaba como "rock alternativo"...


The Verve

He aquí un caso especial que me toca la fibra sensible. Y es que Bitter Sweet Symphony de The Verve, es una de mis canciones favoritas. Bitter Sweet Symphony salió a la calle en 1997, justo cuando empezaba mi primer curso de universidad, y penetró en mi cerebro como un elefante entrando en una cacharrería. Aún hoy cuando la escucho revivo aquellos momentos de mis primeros años adultos. Muchos años más tarde me enteré de la polémica que envuelve a la canción. Y es que los chicos de The Verve no han visto un duro por este éxito enorme. Ni siquiera por las letras que ellos compusieron, puesto que en los créditos figuran como co-autores de las mismas Mick Jagger y Keith Richards.

Richard Ashcroft y sus chicos cogieron como base para su tema - que se convirtió en su mayor hit - una versión de una vieja canción de los Rolling Stones llamada The Last Time grabada por una orquesta. Ésto dio paso a un largo litigio donde The Verve perdió totalmente. Sin embargo, no os creáis que todo esto fue obra de los Stones, no, es mucho más pintoresco. El verdadero autor de esta demanda fue un tal Allen Klein, manager de los Rolling Stones en los años sesenta. Este señor debe de haber sido un perla de los buenos, ya que los mismos Stones renunciaron a los derechos de todo lo que publicaron antes de finales de los años 60 en su favor, con tal de librarse de él. Después de ganar en los tribunales, el bueno de Klein no guardó el tema en un cajón al ser supuestamente sólo una "copia" de algo de su propiedad, no, se dedicó a hacer dinero con él licenciándolo para bandas sonoras de películas, campañas de publicidad, etc., sin que The Verve haya visto ni un sólo euro. 

Keith y Mick no denunciaron a The Verve, pero tampoco les defendieron, incluso teniendo en cuenta que también fueron perjudicados por este tipo. Keith Richards llegó a decir, y está grabado, que "si su canción es mejor, pueden quedarse con el dinero". Bueno, pues que levante la mano quien piense que Bitter Sweet Symphony no es mejor canción que The Last Time.

Y lo mejor de todo, la ironía más grande: The Last Time fue a su vez otro plagio de una canción anterior. Y si no, echadle un ojo a este vídeo. Dura 15 min. pero están todos los temas implicados en esta historia: la canción original de los Staplesingers, This Could Be the Last Time; la de los Stones The Last Time; la versión orquestal que utilizó The Verve; y Bitter Sweet Symphony.


Recientemente, Richard Ashcroft ha vuelto a ir de gira y suele terminar sus conciertos con Bitter Sweet Symphony quitándole toda la melodía de los Stones, y cantando sólamente las letras acompañado de otros arreglos. Y sigue funcionando aunque pierda parte de su fuerza.

Toda esta historia es un colosal ejemplo de que el pez grande devora al chico. Me parece un poco excesivo que The Verve no se lleve nada de los beneficios de esta canción, ni siquiera de las letras compuestas por Ashcroft. Y es bastante ridículo que Richards y Jagger estén acreditados como autores de éstas. Al césar lo que es del césar: ¿no sería más justo un reparto, y no un todo y nada? Ahí lo dejo, comentadme vuestras opiniones al respecto.


Shakira

¡¡Qué contentos nos pusimos en España con la victoria en el mundial de 2010!! ¡Cómo saltamos, cómo celebramos el título y cómo bailamos el Waka Waka de Shakira! Er, ¿cómo? ¡Qué me dices! ¿Que hay rumores de que el Waka Waka fue un plagio de Shakira? ¡No puede ser! ¡Imposible! Vamos a ver y luego comentamos:


Vaya, parece ser que técnicamente no es plagio, ya que lo que hizo fue utilizar una canción popular africana como estribillo en la suya. Sin embargo, nadie se acuerda del resto de la canción, sólo del momento en que se canta este trocito. Así que, aunque no sea plagio técnicamente, en mi opinión lo es moralmente, ya que lo que hace aquí Shakira es popularizar la canción de otro y cobrar millones por ello. Y a todo esto, ¿qué opina Georgie Dann de la canción de Las Chicas del Can? ¿Quién plagió a quién? ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?


The Black Eyed Peas

Para acabar qué menos que comentar al grupo que está arrasando en todo el mundo cada vez que saca un tema nuevo, una de las bandas más importantes a nivel mundial en volumen de ventas, los Black Eyed Peas (BEP desde ahora). BEP lleva desde hace unos años recibiendo bastantes quejas y demandas por plagio cada vez que saca un nuevo tema, algo que se ha convertido en rutina. De hecho, buscar "influencias" en las canciones de los BEP en internet puede llegar a ser todo un deporte...

Como decía Jack el Destripador, vayamos por partes. Voy a poner vídeos donde sus canciones suenan sospechosamente parecidas a otras publicadas anteriormente. Recordad que esto es ilegal siempre y cuando no se acrediten a los autores originales de los samples utilizados en cada uno de los temas. No soy un experto en BEP, así que puede que estos samples estén acreditados en sus discos. Después de los vídeos voy a dar mi opinión personal, más allá de si es legal o no, o moralmente reprochable, el utilizar estos métodos para "crear" tu propia música.

1 - I Gotta Feelin´ es el mayor éxito de los BEP, sin embrago, varios de sus fragmentos son muy similares a otros temas anteriores. Ejemplo: Bryan Pringle publicó su tema Take a Dive en 1999. ¿Os suena?


Los alemanes Deep Swing lanzaron In the Music en 2001. Hay una parte que puede haber sido imitada por los BEP


2 - Meet me Halfway, durante la mayor parte de su duración es calcadita a la base instrumental de Time after Time, el clásico de Cindy Lauper (excepto en su estribillo):



3 - Otras veces, las cosas no están tan claras y se pueden confundir conceptos: cuando se usa un sample muy extendido como pequeña parte de tu canción y saliendo del mundo de la música electrónica no estoy muy convencido de que pueda ser considerado plagio o malas artes, ya que es casi la razón de ser de la música electrónica. Este vídeo de todas formas es un poco prueba de la inquina que despierta este grupo en muchos aficionados a la música. Personalmente, esto no lo considero plagio, ya que es una mínima parte de un tema.




4 - Party all the Time contiene un sample utilizado una y otra vez como columna vertebral del mismo, que fue creado por el DJ Adam Freeland para abrir su tema de 2008 Mancry. Freeland está estudiando posibles medidas legales.



Nunca he sido un seguidor de los BEP, no es mi tipo de grupo ni mi música favorita, pero si uno se fija en su historia como grupo, se dará cuenta de que casi todad su carrera está basada en coger algo de aquí y de allá, mezclarlo un poquito, añadir unas cuantas líneas de voz y listo, a vender. Si a The Verve se les crucificó por utilizar como base para un tema material de una versión realizada por una orquesta de otro tema preexistente, entonces si por mí fuera los BEP no deberían ni poder subirse a un escenario, ya estén legalmente condenados o no (esto último quizá dependa más de los abogados que te puedas permitir y no tanto de factores objetivos).

En mi opinión, grupos como este están destruyendo la música popular comercial. Antes se hablaba de corrientes y estilos musicales: Rock and Roll, Glam Rock, Pop, Punk, Grunge, Rap, Hip Hop... Los BEP han creado su propio estilo, el que está dominando la música actual, aunque aún no ha sido bautizado. En vez de llamarle, no sé, Rhythm´n´Blues, por ejemplo, podría denominarse Cut´n´Paste (corta-pega en español). Y si no, comprobad esto que digo viendo en este vídeo la originalidad de los BEP:



¡Ah, el maravilloso mundo de los derechos de autor! ¡Es apasionante! Y si no, preguntadle a Teddy Bautista...