jueves, 18 de agosto de 2011

Aquellos malditos años 80

Llevamos algún tiempo con un cierto revival de los años 80, aquellos años infames para el mundo en todos los sentidos, política, cine, música, estilismo... Un amigo me decía hace años: "cómo molan los 80..." Pues bien, en este y futuros posts voy a centrarme en darle caña a estos años sobrevalorados por aquellos que fueron adolescentes en la época y bastante denostados por muchos que somos lo bastante mayores para acordarnos de ellos pero lo bastante jóvenes como para, gracias a Dios, haber pasado de puntillas por esta década.

En esta entrega voy a centrarme en algunos de los ídolos musicales de la época, que exceptuando uno de ellos que empezó de una manera y ha sabido adaptarse cual camaleón durante los años siguientes y sobrevivir en los escenarios, exceptuando a este, decía, todos los demás murieron artísticamente hablando en esos años. Por este motivo no voy a hablar de auténticos iconos que también triunfaron en esta década como Madonna, Prince o Michael Jackson, me centraré en aquéllos que brillaron sólo y exclusivamente en este período.

Los recuerdos son algo muy subjetivo, que dependen de la edad o momento vital en que nos encontramos cuando vivimos cada situación, y que además nuestro cerebro va transformando conforme avanza el tiempo, casi siempre haciéndolos más entrañables hasta desvirtuarlos por completo. Hoy voy a demostrar que, sí, fui un niño feliz en la década infame y poseo grandes recuerdos edulcorados por la edad, pero a su vez tenía hermanas mayores adolescentes que me hicieron disfrutar con todos los éxitos pop del momento. Hablando de traumas infantiles, puede que mi aversión por el pop más blandito y la música ligera venga de aquí... hermanitas, nunca os lo agradeceré lo suficiente. Y si pensábais que ahora la música está mal, es porque no os habéis parado a escuchar lo que se hacía hace 25 o 30 años...

Miguel Bosé

Figura capital del star system español desde casi mi nacimiento, lo cual dice mucho del show business patrio. El tipo este va camino de un récord, más de 30 años sin salir del armario. Su sustituto natural fue un colega de Ramoncín, Alejandro Sanz (a.k.a. Alejandro Magno). Aquí un ejemplo de cuando empezaba en la música, como ídolo de adolescentes que se oponían a sus madres y no buscaban el clásico macho ibérico...




Wham!

O los orígenes como sex symbol de George Michael. Las niñas debían de estar ciegas, se olía a millones de km que estos tíos no estaban interesados en lo más mínimo en casarse con ellas. Todo un estallido de color y glamour, ritmos pegadizos con las tribulaciones típicas de un adolescente, música que más allá de recordar una época y unos momentos en la vida de cada uno, no va más allá de la pura nostalgia. Auí los tenemos desatados interpretando su mayor éxito antes de separarse, Wake me up before you go-go, que al traducirlo sería algo así como Despiértame antes de irte-irte. Pura poesía.



¡Huyuyuy, las manos quietas George! ¡Que nos ven las fans!


Duran Duran y Spandau Ballet

Los abuelos de Tokyo Hotel. Eran tope modernos con sus peinados rompedores, su ropa enooorme y su música que... ¿alguien se acuerda de su música? También fueron predecesores de la rivalidad Oasis-Blur, aunque les unían más cosas de las que les separaban y si no, vean, vean...

A ver, ¿quién es quién? Una pista: Spandau Ballet vestían más como señoras mayores y a Duran Duran les iban los tintes...

En cuanto a su sonido, prescinden casi por completo de guitarras, baterías y bajos. Casi todo era electrónico, las primitivas cajas de ritmos y sintetizadores. Hubo grupos rompedores en este tipo de música, pero esta gente fueron las boy bands de los 80 en Gran Bretaña, así que fueron meramente una herramienta de las discográficas para su público adolescente. Lógicamente, cuando crecieron estos chicos y también su público, su existencia como bandas no tuvo razón de ser. Últimamente creo que los Spandau Ballet se unieron de nuevo para una gira. Seguramente para tocar en las verbenas de los pueblos británicos, como Fórmula V...








Boy George and the Culture Club

Este tipo era más underground que los anteriores, digno representante de los New Romantics, pero lo pongo como hijo de su época que fue. Abiertamente homosexual, cuando era pequeño realmente pensé que era una mujer, y pensaba  ¿¡pero por qué se llama Boy!? Si buscáis imágenes de él vereis que en el revival actual ochentero en cuanto a moda, se han cogido muchas cosas de las que se ponía este tipo. Un visionario, vamos (vio nada menos que 20 y pico años en el futuro...) Ni un instrumento musical, sólo caja de ritmos y sintetizadores, aunque eso sí, todavía no se había extendido el uso de samples, así que la música era original 100%...

Joer, a ver si me he equivocado... ¿;Ésta no es Alaska?


A continuación tenéis su mayor éxito, el tema Karma Chameleon, bastante recurrente en las cadenas de radio musicales tipo M-80 o Kiss FM. Muy happy, muy pasteloso, no apto para diabéticos. Ahora, eso sí, muy modernos ellos, con sus pintura, su ropa trendy y sus complementos. Como queriendo tapar el sonido de su música con su aspecto provocador. Sí señores, Lady Gaga no es la primera en utilizar esta maniobra de distracción...





Milli Vanilli

Estos tipos querían ser la versión negra de Wham!, pero sólo resultaron ser la versión tramposa y fraudulenta. Se les descubrió haciendo trampa, ya que los que ponían la cara y la carne eran dos top models y los que cantaban eran otros más feos. Fue un escandalazo en la época, los auténticos cantantes salieron al mercado como The Real Milli Vanilli (Los auténticos Milli Vanilli), y los falsos quisieron seguir cantando ellos, pero la gente ya no picó más. Un tiempo después, uno de ellos la palmó de sobredosis. Años más tarde me acordé de ellos en dos ocasiones: una en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 cuando se corrió la voz de que la preciosa niña que cantaba en la ceremonia de inauguración hacía playback de la voz de una niña fea y gordita. Otra, en uno de los mejores y más guarros gags de la película Bruno, de Sacha Baron Cohen.

Eso, eso, tápate, bonico...
Aquí los muestro haciendo lo que mejor sabían hacer, sus posturitas cool moviendo la boca como si cantaran...




Vanilla Ice


Al final de la década y principios de los 90 surgió el rapero que más ha vendido en la historia... ¡y era blanco! No, no es Eminem. Es Vanilla Ice, un tipo sin vergüenza ni talento que sampleó a los Queen, concretamente el famoso bajo de su tema Under Pressure, y lo petó con su tema Ice Ice Baby. Estuvo un par de años en candelero, canción con las tortugas ninja incluída, y después desapareció como llegó. Al menos ha dado para uno de los mejores gags de las pelis de Austin Powers, cuando aparece criogenizado en la misma sala donde descongelan a Austin.

Esa pelambrera de rapero New Romantic no pega con los tiroteos del ghetto...

He aquí el prodigio musical que le hizo millonario de la noche a la mañana. A unos les toca la lotería, otros entran en un reality musical en el momento justo, otros hacen un tema patético que cae en gracia...


Lo mejor de este tipo es que 20 años después... pidió perdón. Sí, señores, aquí está el vídeo donde públicamente se disculpa. Tiene pinta de ser una coña marinera, una campaña publicitaria o un gag televisivo. De cualquier manera, es divertido...



Para los jovencitos despistaos que no los vivieron: ÉSTOS eran los verdaderos años 80, no lo que enseñan en las tiendas de moda, en los vídeos de Rihanna (que dentro de 20 años merecerán una entrada como ésta en algún blog). Y sí, en los 80 también hubo cosas buenas, pero hijos míos, sólo sé escribir acerca de lo malo, es muuuucho más divertido.

En futuras entregas seguiré descargando bilis y mala leche para devolver los años 80 al ghetto cultural del que nunca debieron haber salido. Forma parte de la terapia de mi psiquiatra, el dortó Grijander para exorcizar traumas infantiles.