jueves, 30 de junio de 2011

Gene Colan, adiós a una leyenda del comic

Vamos de obituario en obituario. Si mi último post iba dedicado al fallecido Peter Falk, intérprete entre otros trabajos de la serie Colombo, ahora doy mi particular adiós a una leyenda de los comics que forma parte del Will Eisner Comic Book Hall of Fame, el gran Gene Colan.

Gene Colan jugueteando con una criatura de la noche. Y es que los vampiros (concretamente el más grande de todos) marcarían su carrera...


Colan fue uno de los más grandes artistas de la historia del comic-book americano, y uno de los artífices de la llamada "edad de plata" - Silver Age en inglés -, época que data desde los últimos años 50 hasta principios de los 70. Para que os hagáis una idea, es la época del nacimiento de Marvel Comics y de casi todos sus personajes estrella: Spiderman, Los 4 Fantásticos, Hulk, Thor, Daredevil... La revolución de Marvel Comics estuvo liderada por Stan Lee y Jack Kirby, quienes crearon la gran mayoría de estos personajes, añadiendo debilidades y problemas mundanos a los superhéroes, haciéndolos más humanos permitiendo que el lector se identificara con ellos, consiguiendo de esta manera cambiar para siempre la industria del comic de superhéroes y colocando a éstos como el género predominante desde entonces en el comic americano.

Su competidora, DC Comics - propietaria de Batman, Superman, Wonder Woman o Green Lantern -, como respuesta al boom de Marvel, creó el concepto de cruces entre distintos universos que formaban el  multiverso DC. Así, mediante cruces de dimensiones, juntó en las mismas aventuras a las versiones modernas de sus héroes con sus contrapartidas originales de los años 40. Este concepto les ayudó a asimilar a todos los personajes que iban adquiriendo con el paso de los años de diferentes compañías mediante la compra de editoriales en quiebra o al ganar pleitos por plagio, colocando a cada grupo de nuevos personajes en un universo diferente para seguir narrando sus aventuras y en alguna ocasión, cruzarse con los héroes importantes de la editorial sin interferir en sus mundos ni en el status quo de éstos.

Durante esta edad de plata, Colan trabajó mucho más tiempo en Marvel, con los que había colaborado antes cuando la editorial en los años 40 era conocida como Timely Comics. Su trabajo más destacado en esta época para Marvel fue su larga estancia de 81 números en la serie Daredevil - la friolera de 10 años). La manera de trabajar en aquella época era muy diferente a la de hoy en día y sería conocida más tarde como Método Marvel: Stan Lee hacía una sinopsis de la historia, que pasaba al dibujante, y luego escribía los diálogos basándose en el dibujo acabado. Además, los dibujantes recibían la sugerencia de imitar el estilo de los artistas de las series que más vendían, aunque esto no convenció a Colan:

"Si Lee pensaba que una serie vendía, quería que el resto del personal intentara copiar el mismo estilo de dibujo, pero yo no lo quería hacer. Yo le decía: "si quieres a Steve Ditko, entonces tendrás que buscar a Steve Ditko. No puedo hacerlo, tengo que ser yo mismo." Así que me dejaba a mi aire... Él sabía que lo decía en serio y que yo no podía hacerlo y que no tenía sentido intentar forzarme a ello. Stan vio algo en mi trabajo desde el primer momento, lo que fuera, que me dio mi primera oportunidad de despuntar. Y siempre me llevé muy bien con Stan; no todo el mundo puede decir lo mismo, pero lo hice... así que me permitió hacer lo que yo quería en gran medida... Siempre había algún pequeño cambio por aquí y por allá, pero básicamente me dejó a mi aire... Y a mí me intimidaba Stan. No quería ir a su oficina, me molestaba el lugar, pero él fue muy agradable conmigo. Me dejaba mucho a mi aire porque yo era capaz de proporcionarle lo que él estaba buscando, así que nunca tuvimos ningún problema."
 Gracias a esta "rebeldía" de Colan en mantener su propio estilo y no copiar a Kirby, Ditko o John Romita, consiguió que en una época en que los dibujantes en los comics de superhéroes parecían de "agencia" con un estilo neutro e indistinguible, que su estilo sea hoy en día perfectamente distinguible: líneas enérgicas, voluptuosas, y un excelente uso de las sombras - que fueron la pesadilla de más de un entintador. Unas muestras de su trabajo en Daredevil:




Sin embargo, sería en los años setenta cuando realizaría su obra más personal, y por la que incluso presionaría a Marvel para dibujar, Tomb of Dracula (La Tumba de Drácula):

"Cuando me enteré de que Marvel iba a sacar una serie de Drácula, me enfrenté al editor Stan Lee y le pedí que me dejara hacerla. No me lo discutió mucho pero, como descubrí más tarde, rompió su promesa diciendo que se lo había prometido a Bill Everett (uno de los pioneros del comic-book, creador de Namor el hombre submarino, y de Daredevil junto a Stan Lee). Bueno, allí mismo y en aquél momento hice una prueba de "casting" para la serie. Stan no sabía lo que me proponía, pero pasé un día en casa e hice unas muestras, usando a Jack Palance como inspiración y se las mandé a Stan. Ese mismo día recibí una llamada: 'Es tuya.'"
 A continuación presento un vídeo en el que el autor, ya muy mayor, reflexiona sobre el diseño del personaje de Drácula para la nueva serie y el actor en que se basó para crearlo:



Muestras de su gran trabajo en esta serie:

Al descartar numerosas páginas pensadas para Tomb of Dracula #71-72 por tener que comprimir el arco argumental a sólo el #70, existe una buena cantidad de páginas de la serie sin publicar. Es muy interesante en casos como éste  el poder ver las anotaciones en los bordes de la página con indicaciones del dibujante al entintador y al colorista.

Página 60 de Tomb Of Dracula #3
Portada inconclusa de Tomb of Dracula #45 que nos permite dar un excepcional vistazo a los lápices de Gene Colan entintados parcialmente por Tom Palmer. La imagen se modificó en la versión publicada para aumentar la cabeza de drácula y enfatizar la acción central.
El popular personaje Blade, que fue el precursor de la época dorada actual de los superhéroes Marvel en el cine, fue creado por Marv Wolfman y Gene Colan, apareciendo por primera vez en Tomb of Dracula #10 (Junio de 1973). Este es su aspecto clásico, antes de Wesley Snipes y todo ese cuero negro.
Ilustración con todos los personajes de la serie Tomb of Dracula. Si nos fijamos, podemos comprobar el gran parecido aquí de Drácula con Jack Palance, el actor en que se basó Colan para el personaje.

 Algunas imágenes de otros trabajos suyos con diferentes personajes. En una carrera tan larga - estuvo dibujando casi hasta el final -, acabó dibujando a la gran mayoría de los grandes personajes del comic de superhéroes:

Fue uno de los dibujantes que mejor supo representar al Doctor Strange (Doctor Extraño en España). Aquí lo vemos junto a uno de los más carismáticos de Marvel, La Cosa, de Los 4 Fantásticos, otro personaje muy querido por los dibujantes, ya que bien manejado, puede dar resultados espectaculares en la página.



No sólo de terror y superhéroes vive el cómic. Entre proyecto y proyecto, Colan dibujó la serie Howard the duck, creación del guionista Steve Gerber. En los primeros años 80 se estrenó una adaptación fílmica de este personaje a cargo de la factoría de George Lucas, que resultó ser el peor fracaso de este Rey Midas cinematográfico.
Gran ilustración del Capitán América en la II Guerra Mundial.

 Durante los años 80, después de salir de Marvel, Colan entró a trabajar para la competencia, DC Comics, ilustrando las dos cabeceras principales de Batman (Detective Comics y Batman) durante cuatro años. Su estilo curvilíneo y oscuro lleno de sombras y normalmente entintado por Tom Palmer y Klaus Janson le venía como anillo al dedo para ilustrar al Caballero Oscuro:

Splash Page de Batman #344, página 23, la página final, con tintas de Klaus Janson.

Batman # 349.

Hay tiempo para todo, Batman.

Dibujo mucho más reciente (marzo 2000).


Y para acabar, Gene Colan sin restricciones, pasando de superhéroes, cuando más disfrutaba dibujando (estaba ya saturadillo el hombre...):

En el oeste...

Grandiosa ilustración de Jack el Destripador.

Bonito autorretrato.
El 11 de mayo de 2008, su familia anunció que Colan, que había sido hospitalizado por insuficiencia renal, sufria un deterioro agudo de salud. Pero ni esto pudo pararlo y para diciembre de ese mismo año ya estaba firmando ejemplares en una tienda de California. Siguió trabajando hasta 2009, cuando dibujó la historia principal de Captain America #601 (septiembre 2009). Por este trabajo ganó el Premio Eisner a la mejor historia unitaria (el más importante galardón de la industria del comic americano). En estos últimos años de su vida, el mundo del comic se ha volcado con Gene Colan, celebrando subastas para recaudar fondos para sus tratamientos médicos, las editoriales han publicado sus trabajos y le han donado los beneficios de esas ventas, etc. etc...

Finalmente, este genio del comic, gran profesional querido y admirado por los más grandes de la industria, murió el pasado 23 de junio, por complicaciones en su enfermedad renal y una cadera rota causada por una caída.

Vosotros mismos habéis podido observar su arte en las muestras que he recopilado en esta entrada, pero la web está repleta de ejemplos de su buen hacer.  Yo, por mi parte, pienso adquirir una copia de Tomb of Dracula en español, editado por Panini, y rendirle su justo homenaje ahora que empieza el veranito y puedo disfrutar de este clásico como se merece.



sábado, 25 de junio de 2011

Peter Falk, alias Colombo: Descanse en Paz

Hoy me pongo un pelín triste porque se nos ha ido un Grande de la televisión, el excelso Peter Falk, más conocido por su papel de uno de los más populares y geniales detectives de la historia de la televisión, el teniente Colombo. Ha muerto el 23 de junio, a los 83 años de edad, al parecer hacía tiempo que padecía de Alzheimer y demencia senil. Como no fue una megaestrella del celuloide, su muerte pasará desapercibida en todos los medios, así que aquí le dedico mi pequeño homenaje. Va por usted, Mr. Falk.

Este señor pertenece a otra época de la historia, en la cual a pesar de tener un ojo de cristal desde los tres años debido a un retinoblastoma (un cáncer de la retina) y a no ser un galán, uno podía hacerse un hueco en la industria del entretenimiento y llegar a ser conocido internacionalmente. No sé yo hasta qué punto podría haberse dado un caso como éste en el mundo de hoy, donde para triunfar en la farándula es preferible poseer una cara bonita y un cuerpo espectacular a que te chorree el talento interpretativo por las orejas.


El señor Falk empezó su carrera en los escenarios, como solía ocurrir antiguamente. Participó en obras en Broadway tales como Diario de un sinvergüenza de Alexander Strovsky, Santa Juana de George Bernard Shaw, o El prisionero de la Segunda Avenida de Neil Simon (nominada al premio Tony a la mejor obra de 1972 y cuya versión cinematográfica tuvo a Jack Lemmon en el papel que hizo Falk).


A pesar de su éxito teatral, tuvo que luchar mucho para dar el salto al cine debido a su ojo de cristal. Cuando fracasó en una prueba para los estudios Columbia, el jefe de la empresa comentó: "por el mismo precio puedo conseguir un actor con dos ojos". A pesar de desplantes como estos, Falk nunca se dio por vencido y consiguió años más tarde el papel que le cambiaría la vida: el de Abe "Kid Twist" Reles en la película de 1960 El Sindicato del Crimen. Gracias a este trabajo consiguió la primera de sus dos nominaciones al Oscar:


"Toma... todo en lo que pongas la mano... ¡tómalo! ¡No preguntes! Cógelo! ¡Todo lo que quieras, cógelo! ¡Lo que yo quiero, lo cojo!"

Un año después, lograría su segunda y última nominación al Oscar por su papel en la última película del legendario Frank Capra, Un Gángster para un Milagro. El resto de la década de los 60 aparecería en episodios de TV y en papeles muy secundarios en el cine. Obtuvo un Emmy (los mayores premios de la TV) y una nominación por apariciones puntuales en episodios de series genéricas sin protagonistas fijos. Hasta entrar los 70 y llegar Colombo.


El episodio piloto de Colombo, dirigido por un jovencísimo Steven Spielberg, se emitió en 1971, en la cabecera genérica NBC Mistery Movies y la serie duró hasta 1978, con apariciones esporádicas desde 1989 hasta 2003 en forma de películas para TV. Los episodios solían durar de 90 a 120 minutos publicidad incluida. 


El personaje que creó fue un detective muy diferente a lo que se había visto hasta entonces. No era duro ni violento ni borracho pero de gran corazón como los protagonistas de las novelas hard-boiled de serie negra de los años 40, tipo Philip Marlowe o Sam Spade (de hecho, nunca empuñó una pistola). Tampoco era un tipo estirado de buena cuna que investigaba crímenes como un desafío a su intelecto como lo era Sherlock Holmes. No, Colombo era un tipo pequeño, de aspecto torpe y desaliñado, subyugado por su mujer (a la que nunca llegamos a conocer), siempre con su eterna gabardina arrugada, su corbata torcida y masticando sus famosos puros. Su técnica básica era hacerse pasar por tonto, torpe y despistado para que los culpables se confiaran al principio y luego fueran cayendo poco a poco en la cuenta de que estaban ante un hombre de una inteligencia excepcional.


La estructura de los episodios era a su vez novedosa. No se trataba de dar pistas para que el espectador consiguiera descubrir por su cuenta quién era el asesino, no era un whodunnit. Se planteaban al revés: al principio presenciábamos cómo el asesino perpetraba el crimen, y el resto del episodio consistía en ver cómo el teniente Colombo iba acorralando poco a poco al criminal hasta que conseguía descubrirlo y arrestarlo. Muchas veces interactuaba con el asesino en numerosos diálogos en donde éste comenzaba sintiéndose seguro y disfrutaba creyendo que manejaba el devenir de la investigación hasta que Colombo poco a poco le metía el miedo en el cuerpo con sus deducciones y al final le descubría que él era mucho más inteligente que su antagonista. Aquí una muestra de un desenlace memorable de uno de los capítulos:





Ni qué decir tiene que recomiendo enfervorecidamente que reviséis esta serie emblemática que, gracias a la infinidad de canales de tv de que ahora disponemos, están reponiendo por las tardes en NEOX. Ya no tenemos por qué aguantar a ninguna Belén Esteban o a los famosillos de tres al cuarto pasando hambre en una isla desierta. Que el ser humano es algo más que morbo.


Enhorabuena señor Falk, consiguió usted lo que muy pocos en la historia del cine o la tv, se convirtió en inmortal al darnos a este detective icónico después de Sherlock Holmes, Philip Marlowe o Sam Spade. ¿La diferencia? Que usted y sus guionistas lo crearon de la nada, sin referente literario alguno, y con un planteamiento original. Descanse en paz, GENIO.


Y para no quedarnos demasiado tristes, un momento histórico:

jueves, 23 de junio de 2011

¿Quién me mandaría a mí meterme en esto?

Vaya por delante el hecho de que todo el mundo puede equivocarse, que el mundo del cine es muy volátil y exigente, que competentes profesionales pueden realizar el peor de los trabajos si se necesita el dinero, o simplemente hay gente que es que no sabe escoger papeles. O que básicamente no se leen el guión, o que ni saben leer directamente, o les juegan una mala pasada, o qué se yo... el caso es que voy a dar una lista de papeles vergonzantes de gente competente, que en un momento dado se metió en un berenjenal de tres pares de narices.

Frank Langella es un actor de prestigio, prefiere el teatro al cine, ha ganado varias veces el premio Tony (oscars del teatro), y en cine hace poco nos maravilló en su rol de Presidente Nixon en Frost vs Nixon... Pero a la vez no le hace ascos a otras producciones - series de tv, tv movies, etc - cuando la necesidad aprieta (supongo)... Ésta necesidad debió de apretar mucho cuando aceptó ponerse en la piel del villano de He-Man y los Masters del Universo, el "temible" Skeletor.

Esta película es la adaptación de los juguetes para niños más famosos de los años 80 junto a los Transformers o los GI Joe. Para el que no los conozca (algún alienígena que acabe de llegar a este planeta o alguien que haya estado encerrado en un refugio desde la histeria nuclear de los años 50) básicamente los Masters del Universo eran unos muñecos de culturistas todos con la misma forma básica y con diferentes características y superpoderes que vivían en el planeta Eternia y luchaban contra las hordas de Skeletor. En un principio estaban más centrados en la espada y brujería, pero conforme pasaban los años metieron más y más aspectos de ciencia ficción en los nuevos muñecos que iban saliendo. Así que se mezclaban guerreros medievales con robots, magos con científicos locos, hombres abeja y hombres mono voladores, castillos abandonados con tanques de asalto en forma de tiburón, etc etc...

Pues bien, Langella fue el último en entrar en el proyecto, que pensaba lanzar a Dolph Lundgren como el nuevo héroe de acción tras el éxito de Rocky IV. Lamentablemente, la productora era Cannon Films - sí, aquella que producía éxitos como El Guerrero Americano I, El Guerrero Americano II, El Guerrero Americano III... Cuando uno ve esta película, ve serie B rozando peligrosamente con serie Z, y eso que se rodó pensando en tener un blockbuster rompetaquillas (fue la producción más cara de la compañía). En la historia, mediante un artefacto llamado Llave Cósmica, He-Man y sus compis huyen de los ejércitos de Skeletor hasta la tierra. Los malos los siguen, hay un par de adolescentes americanos involucrados (ella es Courtney Cox de jovencita, Mónica en la serie de Friends), llega la batalla final y el bien, por supuesto, triunfa. La única excusa que se me ocurre para que Langella aceptase este trabajo es que, después de todo, debía de llevar un maquillaje que le hacía irreconocible... Aquí tenéis una muestra:



De todas formas, algo raro debe de tener este hombre cuando dice que es el papel favorito de su carrera mientras que Dolph Lundgren reniega de esta película... y con lo que ha llegado a hacer Dolph Lundgren...

Otro actor de nivel que claramente necesitaba el dinero: Jeremy Irons en la adaptación - nefasta - al cine del juego de rol Dragones & Mazmorras. Irons fue una superestrella en los 80 y en los primeros 90 con títulos como La Misión - junto a Robert DeNiro -, Inseparables - de David Cronenberg -, o El Misterio Von Bulow - con la que ganó un Oscar al mejor actor. Ha ganado también el Tony, ha sido jurado del festival de Cannes... en definitiva, prestigio y fama a raudales. Y sin embargo...

Aceptó el papel del villano, el mago con nombre de dentífrico, Profion, que quiere quitar de enmedio a la emperatriz del reino en plan Iznogud (quiero ser califa en lugar del califa) para mandar él, con mano de hierro. Hete aquí que aparecen dos ladrones que resultarán vitales para evitarlo si consiguen encontrar un arma legendaria, la vara de Savrille.

Un engendro de película, vamos. Y más aún en cuanto que un año después se estrenarían, por este orden, la primera entrega de la franquicia de Harry Potter (H.P. y la Piedra Filosofal) y la primera entrega de El Señor de los Anillos (La Compañía del Anillo), mostrándonos la habilidad de Irons a la hora de escoger franquicias de fantasía...

Su actuación es deleznable, creando el típico malo de opereta  con su túnica y sus gesto torcidos de mala persona que nos recuerdan a aquellos villanos de los dibujos animados que se atribuían a sí mismos un nombre que indicara su carácter - Dr. Malvado, Profesor Diabólico o así. La verdad, el villano de la serie de dibujos de los 80 era más carismático. Aquí tenéis una muestra de su pésima actuación, por si no me creéis...

                    
 
Está en inglés pero no creo que haga falta traducir. Simplemente le grita al dragón "¡eres mio!" y habla con su lugarteniente - esa drag que está a su lado con el pintalabios rebañado del lote que se han dado entre escenas -, diciendo que puede controlar dragones y que con un ejército de ellos destruirá a la emperatriz ¡y será el amo del mundo! ¡HAHAHAHAHAAA!


Dennis Hopper (que en paz descanse) tuvo una larga carrera con sus altibajos. El tipo hizo de todo, desde películas míticas - Rebeldes sin causa, Easy Rider, Apocalypse Now -, de culto - Terciopelo azul (David Lynch), El amigo americano (Wim Wenders), o películas alimenticias - Hoosiers: más que ídolos, Edtv, Speed. Sin embargo, creo que pocas veces se la habrá pegado más fuerte que con su participación en la película adaptación del videojuego Super Mario Bros encarnando al villano Koopa. Ya sé, seguro que las hay peores, pero el caso es que ésta es la que se me quedó marcada. No voy a explicar nada de Super Mario porque ya lo conocéis de sobra, así que os enseño directamente la prueba del crimen:



Para no dejar el tema de adaptaciones y de videojuegos tenemos otro caso de un actor de prestigio que desgraciadamente metió la pata al elegir dar vida al villano del film en uno de sus últimos papeles antes de morir. Incluso se le ve ya muy demacrado en esta película. Me refiero a Raúl Juliá y a su rol de M. Bison en Street fighter: La Película. Raúl Juliá fue un actor de orígen portorriqueño, y creó su reputación de buen actor en los escenarios, ganando un premio Tony en los años 70. De ahí pasó al cine, donde recibió sus mejores críticas encarnando a un prisionero político en El beso de la mujer araña en 1985. En sus últimos años se hizo popular con las películas de La Familia Addams, y ganó póstumamente el Globo de oro y el Emmy por su trabajo en Estación ardiente.

M. Bison es el tipo al que debemos derrotar al final del videojuego de Street Fighter si queremos pasar el juego. Y no hay más. En la peli es un jefe mafioso tailandés con ejército clandestino que se dedica al negocio del Mal. El tipo diversifica: trafica con armas, crea drogas nuevas, organiza torneos de peleas ilegales, secuestra científicos para crear supersoldados, chantajea al mundo libre... Para detenerle está el amigo Jean Claude Van Damme, que interpreta a Guile, coronel de la ONU. Por ahí aparece también Chun Li, una china con asuntos pendientes con Bison, y Ken y Ryu, dos luchadores ambulantes que se ven en mitad de todo. Hasta aparece Kylie Minogue como una subalterna de Guile que parece secretamente enamorada de su jefe. Una de las escenas más divertidas es la siguiente:


Con escenas como estas no sé como no huyó despavorido tras leer el guión...

Juliá falleció días antes de estrenarse la película, así que el equipo de la misma se la dedicó. Una lástima sería que a este gran actor se le recordase vestido con un uniforme de soldado rojo con capa y una gorra que le quedaba grande y no por el gran actor que fue en películas de prestigio y en grandes obras teatrales.

John Travolta ha tenido una carrera irregular. Tras ser el sueño de millones de adolescentes después de mover las caderas en Fiebre del Sábado Noche y Grease, encadenó una mala racha de una década hasta que Quentin Tarantino lo rescató y le puso de nuevo en el mapa con Pulp Fiction, donde realiza la interpretación de su vida. Sin embargo, el inestable John entró en la Iglesia de la Cienciología y se empeñó en promover esta secta especialmente atractiva para los multimillonarios actores Hollywoodienses a través de sus películas. Una de ellas fue Phenomenon, donde contaba la historia de un tipo normal tirando a tontarrón que recibe un rayo en la cabeza que le convierte en superinteligente. Supuestamente es la historia del fundador de esa secta.

Más tarde se embarcó en un proyecto para adaptar la novela escrita por ese tipo, una de ciencia ficción llamada Campo de batalla: La Tierra. El libro es el primero de una saga, supongo que la intención de los productores sería la de adaptarla entera, pero fue un fracaso en taquilla y se quedó ahí. En la película los humanos están esclavizados por una raza alienígena en un futuro lejano. Un chico se rebela e intenta liderar a su pueblo en contra de los  invasores. Y ya está. No hay más, solamente una pésima caracterización de los aliens, una historia pueril y escenas ridículas como esta en la que vemos un bar de aliens y cómo Travolta se queja de todo y le grita a su compañero Forest Whitaker (a.k.a. el negro del ojo chungo) que mientras a él le enseñaban a "escribir tu nombre, a mí me entrenaban para conquistar galaxias", dicho todo con su vocecita de niño malcriado, como diciendo "jolín, no se vale..."



Y no sólo vamos a ver cómo la fastidian los hombres, que las mujeres también caen en estas cosas. Para mí una de las más sonoras fue la que protagonizó Halle Berry cuando estaba en lo más alto de su carrera después de interpretar a Tormenta en la saga X-Men y de ser la primera mujer afroamericana en ganar un Oscar de protagonista por Monster´s Ball. Ahí es nada.

En un momento dado, y en un cruce de cables casi sin parangón (no olvidemos que todos los casos anteriores son de actores que ni mucho menos estaban en la cima del éxito cuando se plantearon todos estos "proyectos"), la Berry decide que quiere aprovechar más aún si cabe la moda de películas de superhéroes y empezar una franquicia de cero y con uno de los personajes más famosos del comic americano: la antiheroína Catwoman, ladrona de joyas y en una permanente relación de amor-odio con Batman. En teoría, todo a su favor.

Pues bien, todo mal. En vez de adaptar un personaje ya hecho y multidimensional como pocos hay en el mundo del comic-book americano, crean uno completamente nuevo. Una chica tímida diseñadora de moda que trabaja en una firma de cosméticos. Un día escucha unos planes diabólicos de su jefa para comercializar una crema para la piel que es tóxica, la descubren y la matan ahogándola en unas cañerías. Cuando llega al desagüe, el cadáver resucita con un espíritu gato que le da agilidad, fuerza y un carácter gatuno caprichoso y voluble en extremo. La tipa se preocupa, así que entra en internet y en cinco minutos conoce los secretos de una estirpe de mujeres gato (¡?) que a lo largo de los siglos han defendido la justicia y a las mujeres. Así que se fabrica un traje de dómina sadomaso con un látigo y se lanza a pararle los pies a su jefa, Sharon Stone, que de tanto usar la crema tóxica sobre ella misma ha desarrollado una piel de piedra a prueba de golpes (¡?)
Aquí os obsequio con la pelea final de la película:


Bueno, esto es todo. Tenía más ejemplos en la lista, pero entonces nunca terminaría con la entrada. Solamente un detalle para terminar. De las películas aquí mencionadas, todas menos una son adaptaciones o bien de juguetes, o de videojuegos, o de un comic, y la que no lo es, es un libro de ciencia ficción de la mala. Da que pensar, ¿o no?

sábado, 18 de junio de 2011

El misterio detrás de Blue Valentine

Hoy voy a "fusilar" un artículo que he leído del periódico inglés The Guardian, en el que se cuenta una bonita historia de cómo una canción olvidada y sin editar de 1970 se convirtió en un éxito sorpresa gracias a una película. La traducción es mía, pero para aquellos que dominen la lengua de Shakespeare, aquí tenéis el enlace al artículo original: http://www.guardian.co.uk/music/2011/jun/16/blue-valentine-song?CMP=twt_gu


El misterio detrás de Blue Valentine

La extraña historia de cómo una maqueta no publicada de 1970 de un grupo que nadie conoce se transformó en un éxito sorpresa.
Toby Manning       

Su canción – ¿pero de quién más? ... Ryan Gosling y Michelle Williams en Blue Valentine. 
Fotografía: Weinstein/Everett/Rex 

Desde el primer instante en que empieza la canción en Blue Valentine - con Ryan Gosling tarareándola en la habitación del motel - te sientes como si ya la conocieras. Una guitarra cruda y rasgada, ricas armonías, una voz aguda que te rompe el corazón (¿una chica? ¿Un niño pequeño?) desafinando justo donde tiene que hacerlo. Dulce y evocadora, nos recuerda a aquellos chicos de los años ´50 que chasqueaban los dedos en las esquinas de calles tostadas por el sol. En la película es la canción de Dean y Cindy. Por muy mal que vayan las cosas esta melodía les trae de vuelta los buenos tiempos, los tiempos de la inocencia. Se lo haría a cualquiera.  

Si miramos los créditos, vemos que la canción se llama You and Me, de Penny and the Quarters. Si la buscamos en Google descubrimos que en realidad es una maqueta jamás publicada de 1970 y que nadie sabe quién son Penny o los Quarters, así que los derechos de autor de Blue Valentine simplemente están amontonándose en algún lado.

Esto nos lleva al sello discográfico de archivo Número, el que editó el tema. Rob Sevier, de Número, nos cuenta que un amigo compró algunas cintas en un saldo creyendo que se trataba de grabaciones originales de un oscuro sello de música soul de Columbus (Ohio) llamado Prix. Pero al escucharlas, las cintas resultaron ser maquetas inéditas. "La inocencia de aquella canción me atrapó inmediatamente," comenta Sevier. "La interpretación de Penny es sencillamente arrolladora. Encantadora de una manera única. Sin embargo, la canción era anacrónica incluso para 1970, incluso hasta pintoresca. ¿Quién iba a sacar esto o a pincharlo en la radio?"

No había información sobre la cinta y a pesar de cientos de indagaciones, Número no pudo averiguar la identidad de los componentes del grupo. La recopilación de Prix en la que estaba incluída resultó ser casi igual de oscura. "Fue entonces cuando Ryan Gosling se puso en contacto con nosotros y nos dijo que estaba realmente interesado en utilizar la canción para una película" dice el director de Número, Ken Shipley. "Le respondimos que de acuerdo y después nos olvidamos del tema. Solemos licenciar toneladas de material para el cine".

Más tarde el año pasado, Shipley se dio cuenta de que la canción tenía cientos de descargas al día. "No conseguíamos averiguar la razón", dice Shipley. "Nadie recordaba ni siquiera haberla registrado."  La prensa se interesó por este grupo misterioso: el Columbus Dispatch publicó una historia gracias a la cual se siguió la pista de la canción hasta el cantante y a veces letrista de Prix, Jay Robinson. Desgraciadamente, Robinson había fallecido en 2009, y cuando los periodistas contactaron con su viuda Glodean, una cocinera de un hogar infantil, ésta pensó que se trataba de una broma y no respondió a la llamada. Pero hizo que un compañero de trabajo echara un vistazo en internet.

"Me quedé totalmente anonadada. Reconocí la canción," dice Glodean, "pero no conocía esa versión con una mujer cantando. Cuando escuché la voz de mi marido de fondo, simplemente me destrozó. Empecé a llorar. Me devolvió la sensación de pérdida - y todos los recuerdos."

La pareja se conoció en 1975. "Él no tuvo éxito en la música, " dice Glodean, "nunca consiguió derechos de autor. Pero fue algo que él se dio a sí mismo libremente para toda su vida." Robinson se convirtió en el pintor y decorador más elegantemente vestido de Columbus.

"Me sentí muy, muy enfadada cuando escuché la canción," continúa Glodean. "No sabía quién era Penny, y algo en su voz despertó celos en mí." Y algunos recuerdos. "Recordé que mi marido me contó que fue al estudio y rehizo una canción que había escrito - con una chica joven. Hacía calor en el estudio aquel día, todo el mundo estaba cocinando, y él sólo tenía un centavo ( "penny ") y cuarto en el bolsillo, y así bautizó al grupo."

La identidad de Penny, sin embargo, sigue siendo un misterio. "Siempre fue evasivo respecto a ella," dice Glodean, "lo que me hizo pensar que pudo haber sido un antiguo amor." Los derechos de la interpretación se han apartado por si Penny - o sus descendientes - aparecieran. De hecho, los cheques por la autoría de la canción han ayudado mucho a Glodean. "Desde la muerte de mi marido he estado luchando. Jay ha vuelto desde el Cielo y me ha dado una bendición. Pero cuando ves que no está aquí para oír lo mucho que la gente ama esa canción, te duele. Él debería estar aquí. Se sentiría tan honrado..."


Blue Valentine   Año de producción: 2010     País: USA     Clasificación por edades (Reino Unido): 15     Duración: 114 mins     Director: Derek Cianfrance     Reparto: Ryan Gosling, Michelle Williams, Mike Vogel,  Faith Wladyka.



Hasta aquí el artículo de The Guardian. Para finalizar, aquí tenéis el videoclip de la canción con imágenes de la película:


Otro ejemplo de éxito después de la muerte. Da que pensar, sobre todo en lo injusta que es la vida; ver  cómo una gran cantidad de gente sin talento hace música prefabricada diseñada por las casas discográficas que triunfa a nivel mundial sin que puedas distinguir un tema de otro. Afortunadamente, hoy en día existe un invento revolucionario llamado internet, con el cual podemos descubrir nuevos autores y grupos diferentes al margen de las grandes discográficas que, presionando a los gobiernos, consiguen crear leyes como la infame Ley Sinde, y se niegan a reconocer que estamos al final de un modelo de negocio obsoleto y no asistimos al Apocalipsis de la música ni de la cultura. Ahí queda eso.

jueves, 16 de junio de 2011

Secundarios que se apropian de la película

¿No os ha pasado que os poneis a recordar películas y lo que os viene a la cabeza es un personaje totalmente secundario que por una u otra razón se convierte en lo más memorable?

Aquí os detallo unos pocos que a mí me marcaron y que son lo primero que recuerdo al pensar en la película en cuestión:

- El Pelotilla (Curtis Armstrong, La Revancha de los Novatos): este tío era un megacerdo que no pegaba con los cerebritos marginados, era un macarra borracho, eructaba y todo el día sacaba petróleo de sus narices (de ahí "pelotilla"). Los demás eran nerds, geeks, frikis en español, pero él tenía un carisma propio. Mención aparte su famosa camiseta con su eslogan "Gimme head till I´m dead". A ver si alguien lo traduce, si no, pues me lo preguntais y respondo en comentarios. Su momento cumbre llega cuando gana en el concurso de eructos de los juegos Griegos, donde se decide qué hermandad de la universidad gobierna a las demás durante todo un año...




- Sloth (Los Goonies): Sobran las palabras. Nos ha marcado a todos. Las dos palabras más famosas del cine infantil de los ochenta: "Chocolaaaateeee Gooooordiiiii"




- Zed (Bobcat Goldwaith, Loca Academia de Policía 2): Empezando como villano punki típico de los ochenta (anda que sabíamos lo que era un punki en España...) el tipo este acabó pasándose al lado de los buenos en la siguiente película, debido a que era lo más hilarante de la peli, eclipsando a los demás. Inolvidable la escena del atraco al mercadona yanqui cuando, tras probar un spray desodorante en ambos alerones, acaba por enchufárselo a la boca emitiendo su alarido característico.




- Almirante Thomas Benson (Lloyd Bridges, Hot Shots): Este es el caso arquetípico de robaescenas. Para muchos lo mejor de la película. Hay muchísimos vídeos en Youtube en los que sólo se recopilan las escenas donde sale este hombre. "Tengo la piel de amianto"... "me volaron la cabeza en Guadalcanal"...






- Carl Spackler (el jardinero de El Club de los Chalados, Bill Murray): este caso es incluso más flagrante. Ni me acordaba de cómo se llamaba la peli, he tenido que buscarla en Google. De lo único que me acordaba era del chalado del jardinero, que se dedica a combatir una plaga de topos en un campo de golf con toda clase de parafernalia, desde veneno hasta artillería pesada militar.





- Luís Ciges (Así en el Cielo como en la Tierra): El apocalipsis español. Con esta película descubrí al gran Ciges, que me enamoró con esa forma de hablar. El film cuenta cómo sería el apocalipsis en la parte de cielo que hay sobre España. De lo mejorcito del cine español.



- Jesús Quintana (John Turturro, El Gran Lebowski) de todos los personajes inolvidables de ésta para mi la mejor película de los hermanos Coen, si hay uno que encaja a la perfección en el tema de esta entrada es el personaje de Turturro, que apenas apareciendo en dos escenas nos conquista a todos, especialmente con ese baile que se marca a ritmo de Gipsy Kings.


 Aquí termino por hoy. Si se os ocurre alguno más que se me haya escapado, dejad comentarios y los discutimos un poco, y así incluso podría surgir una segunda parte con más robaescenas.

sábado, 11 de junio de 2011

Profesores de lengua: absténganse

He tardado más de lo normal en escribir en el blog, pero dada mi profesión - profesor de secundaria - en estas fechas estoy más que ocupado. Debido a esto, voy a colgar una entrada más ligera de lo normal, para dejar constancia de que aún sigo en la brecha, que no abandono esto y que me lo paso muy bien con el blog. Además, he puesto mucho trabajo aquí para dejarlo así como así.

Bueno, ahora mismo en el instituto estamos corrigiendo muchísimo, porque de repente los alumnos se han dado cuenta de que existe una posibilidad de que repitan curso y se les fastidie el verano. Por eso están entregando todos los trabajos que no habían hecho en todo el curso, no importa en qué momento los hubieran debido entregar (a mí me han entregado cosas de principio de curso pensando que aún valen - ilusos...). Y lo más divertido de esto es que siempre hay algún compañero/a de lengua o de sociales que te enseña unas bonitas y horrendas a la vez faltas de ortografía que depende cómo se miren pueden ser de suicidio o te lo puedes pasar pipa.

Y ello me ha inspirado para crear esta entrada, ya que yo me cuento claramente entre los segundos. Así que ahí van unas cuantas imágenes de carteles con faltas de ortografía brutales.

Siempre he dicho que para evitar las faltas de ortografía lo mejor es leer mucho, pero si no os apetece, siempre podéis matricularos en esta academia:


Aunque hay quien opina que da igual, que si se entiende ya has cumplido con la comunicación que querías dar. Aunque decidme una cosa, ¿alguien haría negocios con una persona que escribiera así si no es con la intención de aprovecharse de ella?


¿Y qué sentís cuando las personas que rigen tu ciudad o tu pueblo escriben peor que tu niño de seis años?



Y si no, ésta siguiente. Cualquiera le discute la multa al animal que ha escrito esto. La mano del tipo debe ser peor que la de Bud Spencer, cinco dedos como cinco chorizos...



Aunque siempre nos queda recurrir la multa...


Y no veas si nos acercamos un momento a comprar para el botellón...


O nos entra algo de hambre...


Aunque meter unas cuantas faltas de ortografía puede que añada algo de fuerza intimidatoria a un cartel de un solar, por ejemplo:


¿Cómo? ¿Que no funciona? Bueno igual en ese no, pero a mí no me gustaría toparme con el autor de este...


Que hay gente que se ofende por nada...



¿Y entonces cómo se soluciona esto? ¿Quizá con la ayuda de expertos?


Porque señores, no hay que tomarla nunca con nosotros los profesores, porque somos aquellas personas que intentan evitar todo esto, intenten tener algo de