miércoles, 25 de mayo de 2011

Recomendación lectora de hoy: 20th Century Boys

Estoy cansado de escuchar que ya no quedan ideas, que todas las buenas historias están ya contadas, que nada es original. Porque creo que no es cierto. Lo único que sucede bajo mi punto de vista, es que cada vez se publica más y más, se ruedan muchísimas más películas y series de televisión, y por si fuera poco, Internet nos lo ha puesto todo al alcance de un click. Todo esto nos hace pensar que casi toda la ficción actual es basura, cuando simplemente se trata de una cuestión de números: hay muchísimas más mediocridades que grandes obras. Supongo que la mentalidad actual de cadena de montaje que se ha instaurado en el mundo del ocio nos hace cada vez más difícil distinguir el grano de la paja, pero aún así no estoy tan seguro de que esta sensación de hastío que nos invade últimamente cada vez que miramos la cartelera del cine o las estanterías de una librería sea nueva. Lo más probable es que siempre haya sido así, las grandes obras no suelen abundar precisamente...


Una de las mayores y más gratas sorpresas que me llevé en lo que llevamos de siglo XXI fue esta serie de manga (cómic japonés), con el mismo título que uno de los mayores éxitos de la banda T-Rex, allá por los primeros años 70, época de la infancia de su autor, Naoki Urasawa. Para que vayáis entrando en materia, aquí teneis un vídeo que encontré en Youtube con este tema y algunas imágenes del manga original:



Este señor puede ser probablemente el mangaka (autor de manga) más importante en la actualidad, y uno de los más grandes de todos los tiempos. Una breve lista de los premios que ha conseguido a lo largo de su carrera:

  •  1990 Premio Shogakukan al Mejor Manga por Yawara! 
  •  1997 Premio a la Excelencia  del Festival de las Artes y los Medios de Japón (Japan Media Arts        Festival) por Monster 
  •  1999 Gran Premio Cultural Osamu Tezuka por Monster 
  •  2001 Premio Shogakukan al Mejor Manga por Monster 
  •  2001 Premio Kodansha al Mejor Manga por 20th Century Boys 
  •  2002 Premio a la Excelencia  del Festival de las Artes y los Medios de Japón (Japan Media Arts         Festival) por 20th Century Boys 
  • 2003 Premio Shogakukan al Mejor Manga por 20th Century Boys 
  • 2004 Premio del Salón Internacional del Cómic de Angoulême a la Mejor Serie Internacional por     20th Century Boys
  • 2005 Gran Premio Cultural Osamu Tezuka por Pluto 
 
(Aclaraciones: Shogakukan y Kodansha son las dos grandes editoriales de manga de Japón, algo así como Planeta o Mondadori en el mundo editorial español, o como Marvel o DC comics en el mundo del cómic americano; Osamu Tezuka está considerado como el Dios del manga japonés, es muy respetado ya que el manga en Japón goza de un estatus cultural similar al del cine o la literatura; el  Salón Internacional del Cómic de Angoulême es el más importante de Europa y uno de los más prestigiosos del mundo, equivalente al festival de Cannes en el mundo del cine)



A veces, las grandes ideas llegan cuando menos te lo esperas. Cuentan que J.R.R. Tolkien se encontraba un día en el despacho de su casa en Oxford corrigiendo unos exámenes cuando, en un momento de hastío, le dio por mirar a la alfombra. En un momento dado, vio un agujero en ésta y acto seguido escribió en una cuartilla de papel: "En un agujero en el suelo, vivía un hobbit." Y el resto es historia. En el caso de Naoki Urasawa, la idea que daría paso a su obra maestra le sobrevino en una reunión de ex-alumnos de la escuela primaria donde estudió. Se extrañó muchísimo al comprobar que no recordaba a muchos de los asistentes a la misma, ni el más mínimo detalle. Volviendo a casa, siguió dándole vueltas al asunto, hasta que finalmente esa idea chocante se convirtió, con mucho desarrollo de guión y personajes en la historia de 20th Century Boys.

A grandes rasgos, éste es su argumento: 

Estamos a finales de los 90. Kenji Endo es un treintañero dueño de una franquicia de una tienda 24 horas. Su vida se divide entre la tienda y el cuidado de su sobrina Kanna, la hija de su hermana, que la dejó a su cuidado antes de fugarse y desaparecer sin dejar rastro. Un día, la policía le interroga acerca de uno de sus clientes, un profesor catedrático de robótica en la universidad de Tokyo. Cuando Kenji se acerca a su casa a cobrar el dinero que le debe, encuentra la casa cerrada y un misterioso símbolo pintado en la pared que le resulta extrañamente familiar. Un poco más tarde, Kenji descubre la muerte de uno de sus amigos de la infancia, Donkey, aparentemente por suicidio. Al reunirse con algunos de sus ex-compañeros de colegio en el funeral, todos relacionan la muerte de Donkey con otras extrañas muertes que se van sucediendo y en cuyos alrededores aparece un extraño símbolo, el mismo símbolo de la casa del profesor.

La historia está narrada en continuos saltos temporales, a lo largo de varias décadas, desde 1969 a los años 90. Es en la infancia cuando Kenji y sus amigos crean un escondrijo con ramas en un solar del barrio (su "base secreta") donde juntarse a leer manga y revistas porno robadas de sus padres y escuchar la radio. Allí, crean como diversión principal una historia con un símbolo que los identifique y un "libro de las profecías" en el cual se detalla cómo una tenebrosa organización va poco a poco provocando el fin del mundo hasta su momento cumbre: la Nochevieja Sangrienta del año 2000 en el que se pondrá en juego la supervivencia del planeta.

En el presente, todos recuerdan con horror que el extraño símbolo de la secta que parece estar detrás de todos los misteriosos asesinatos es el mismo que se inventaron de pequeños y que las profecías recogidas en aquél viejo cuaderno escolar van haciéndose realidad. Al sentirse responsables de todo lo que está ocurriendo se lanzan a combatir a ésta organización, liderada por el misterioso Amigo, el cual, sin lugar a dudas, debe ser uno de sus antiguos compañeros de colegio que estaba al tanto de sus juegos infantiles. ¿Pero quién?

Todo esto no es más que un pequeño resumen del inicio de la saga, que no para de dar giros sorprendentes al final de cada uno de los 22 tomos de la serie y de los dos de 21st Century Boys, donde se atan los cabos sueltos. Según lo explicado hasta ahora, pareciera que la serie es sólamente la clásca serie de fantasía con luchas típica de los manga más juveniles como los que emiten por televisión. Nada más lejos de la realidad. 20th Century Boys está dirigido a un público adulto. Para un argumento de este tipo uno esperaría más acción y sin embargo, resulta ser una curiosa mezcla de costumbrismo con drama, relaciones personales, amistad.  Nos habla de la superación humana, de la importancia de seguir los propios sueños, de ser honesto con uno mismo... los temas son infinitos. Mezcla momentos de una tensión supina con otros de más relajación, en unas páginas puedes encontrarte a la mitad de la población mundial desangrándose hasta morir por un ataque bacteriológico y diez páginas más tarde dos personas disfrutando de un delicioso ramen de ternera con cebolla y doble de ajo, todo mezclado en perfecta armonía.

Hasta ahora he hablado de la historia, pero al tratarse de un manga hemos de reseñar también el apartado gráfico. Urasawa es un enorme dibujante realista, capaz de hacer creíble un robot gigante de tres patas en medio de la ciudad y de ilustrar un pequeño barrio del Tokyo de finales de los 60. Aún siendo ilustraciones en blanco y negro, como todos los mangas, cuando uno deja el cómic durante un rato, se imagina los ambientes con un color determinado, resultado de la maestría del señor Urasawa.

Otro signo de su calidad como dibujante es el diseño de personajes. Kenji es fácilmente identificable a cualquier edad, desde los 6 años a los 15, a los 30, a los 50. Al resto de personajes nos los introduce de niños y cuando los volvemos a ver, con su edad de 30 años, sin indicarnos de nuevo quién son, basta echarles un vistazo para reconocer a aquellos críos en la edad adulta. Quien dibuje comics o los lea asiduamente sabrá que esto no es nada frecuente ni es fácil conseguirlo. Si fuera una película, el responsable del casting se llevaría un Oscar sin discusión. Veamos la evolución de Kenji, por poner un ejemplo:

                                          De niño, en el centro de la imagen



                                        Últimos años de escuela


                                       Con unos 20 años


                                  A los treinta, al principio de la serie


                                     Y al final, con unos 50-60 años.

En 2008 se estrenó la primera película de imagen real de una trilogía donde se adapta, con algunos recortes por aquello del espacio, este manga de un total de 24 tomos (22 de 20th Century Boys y 2 de 21st century Boys). Aquí os pongo un clip subtitulado al español perteneciente a la segunda parte, donde, mientras escuchamos a Kenji cantar su canción Bob Lennon - que bien podría haber llevado el título de John Dylan perfectamente - una adolescente Kanna pone al día al agente Chôno en la tragedia de sus vidas.



Os recomiendo enfervorecidamente su lectura. Cada vez que la presto, gente que no suele tener costumbre de leer libros y mucho menos comics, acaba enganchada y pidiendo más. Ha servido de introducción al mundo del cómic para adultos que creían que solamente se dibujaban monigotes para críos tipo Mortadelo, Snoopy o Mickey Mouse. ¡Y eso que hay que leerlos en sentido oriental! (De derecha a izquierda, es decir, se empieza a leer por el final). Las películas son una adaptación bastante fiel, pero se pierden muchos detalles que están en los cómics. Es preferible leer primero y ver después.


    sábado, 21 de mayo de 2011

    Un día cualquiera en un instituto americano cualquiera...

    - A ver qué tenemos en la agenda para hoy - pensó Tommy al levantarse cegado por los rayos del sol después de que sonara su despertador a las 6.00 a.m.



    Lunes, 1 de Abril


    -Hablar con Robbie otra vez sobre la animadora que me gusta y me desprecia y nunca podrá ser mía porque sale con el capitán del equipo. ¡Cuántas veces he imaginado esto en mi cabeza!



    -Como soy un perdedor, jugar al fútbol europeo (el único deporte al que no juegan los chicos populares) en la playa donde va ella y vacilarle un poco.



    - Pillar al capitán del equipo in fraganti mientras va cantando por ahí haciendo el ridículo y grabarlo. Enseñárselo a mi churri y decirle que no pierda más el tiempo con ese tipo.



    -Ir al partido de baloncesto, a ver a la nueva estrella del equipo. Como le respeten las lesiones este año ganamos el campeonato nacional.


    ¡¡Que te jodan Edward Cullen, este año es nuestro!!


    -Aunque debo ser sincero, yo voy para ver a mi niña en su salsa...



    -Afortunadamente, mi colega y yo tenemos un plan b por si no consigo ligármela...


    ... porque no quiero que mis pesadillas se hagan realidad...


    ... que me cabreo...


    ... y con lo friki que soy, ¡la lío parda!



    -Acabar el día en la fiesta en casa de Mike, que me han dicho que toca un grupo de lo más in y actual y su padre es un cachondo...




    (Nota: ¿¡Qué libros meto en la mochila!? Es curioso, no recuerdo cómo es un aula por dentro, ni las asignaturas que damos... ¿Tendré amnesia selectiva? ¿O no vamos al insti a estudiar? ¡Cómo mola ser adolescente en América!)

    sábado, 14 de mayo de 2011

    Esos maravillosos sicarios

    Desde que hago uso de internet, mi cultura cinematográfica va aumentando por momentos, y se ha convertido en una herramienta imprescindible para el buen cinéfilo de provincias como es mi caso, ya que nos permite ver otro tipo de cine más allá de los estrenos blockbuster con miles de copias que inundan los multicines de centro comercial, que son las únicas pantallas que van sobreviviendo en nuestras ciudades pequeñitas y alejadas de los centros culturales. Sin embargo, también te sirven para revisitar cierto tipo de películas que un gafapasta llamaría "de culto" pero que yo, que nunca pienso en engañar a nadie, llamo "placeres culpables".

    Son éstas unas películas con escaso valor más allá del éxito que tuvieron en su momento, películas de acción en su mayor parte que se quedan grabadas en la memoria al haberlas visto a una edad más impresionable y que vuelves a ver como ejercicio de nostalgia más que por sus propias virtudes fílmicas.

    Pues bien, viendo todas estas pelis me vino a la cabeza todo un plantel de matones malvados al servicio del jefe principal que se miden siempre a los buenos y que acaban derrotados irremediablemente, pero que por una u otra razón se hacen inolvidables para el buen friki de pro. No son las estrellas de la película, pero ¿qué sería del héroe si solamente hubiera de vencer a su archienemigo a secas, sin la posibilidad de destruir a un ejército de sicarios como Dios manda? Además, una película de hora y media o dos horas se nos quedaría reducida a un episodio de TV de 50 minutillos...

    Una de estas películas malas de solemnidad que sigo viendo una y otra vez porque me hacen reir y sirve como una especie de "broche de oro" a la época dorada del cine ultraviolento de músculos y testosterona facha de los 80 es Tango y Cash. Un jefe mafioso, Yves Perret (Jack Palance), ansioso de vengarse de los dos mejores policías de la ciudad, Ray Tango (Sylvester Stallone), y Gabriel Cash (Kurt Russell), por las pérdidas millonarias que causan a sus negocios, decide tenderles una trampa y éstos acaban en prisión. Un buen supervillano como mandan los cánones. ¿Para qué matar a los buenos cuando puedes jugar con ellos?



    Es el supervillano clásico, con su base secreta a las afueras de la ciudad y con su laberinto de ratas y todo. Y un villano de su categoría debe tener los mejores sicarios. De hecho, la mitad de la cárcel está poblada por criminales arrestados por Tango y la otra arrestados por Cash. Así que resulta relativamente fácil conseguir la ayuda de todos los internos encerrados por estos dos superpolis, ansiosos de vengarse. Este tipo el más carismático de todos ellos, encerrado por Tango, inolvidable por su gran mandíbula que no impide que reciba lo suyo. Ésta es la escena en la que saltó a la fama:


    No he conocido el nombre del personaje en la peli hasta ahora que lo he buscado. Según la IMDB se llama "Face" supongo que por su cara de angelito. Su nombre verdadero era Robert Z´Dar.

    Siguiendo con las pelis de acción ochenteras, nos topamos con un actor que hizo de sicario en dos de las más famosas de los primeros 80, concretamente en Mad Max II (ver más sobre ella en la entrada Cine Postapocalíptico) y en uno de los éxitos más tempranos de Arnold Governator Schwarzenneger, Commando. Al contrario de lo que sucede en el caso anterior con esa mandíbula inconfundible, en el caso de Vernon Wells (su nombre real) nunca imaginarías por su estilismo camaleónico que es el mismo tipo. Aquí lo vemos en Mad Max II con su crestaca roja y la chorba de paquete en la moto:


    Y aquí lo tenemos con bigote y mallas sospechosamente gays siendo pulverizado por el Tito Arnold, exhalando su último aliento en Commando:



    Parece mentira pero son el mismo tipo. Por cierto, ¿dónde podré comprar una redecilla de ésas?...

    Mientras que los dos anteriores son temibles adversarios, de esos con los que no querrías cruzarte en la calle, el siguiente tipo es el típico enano trepa sin talento para la pelea que nadie sabe cómo pero ha ido escalando en el escalafón hasta hacerse con el puesto de segundo de a bordo o mano derecha del jefe, se supone que a base de hacerle la pelota. Claro que en realidad se trata de una peli de Bud Spencer y Terence Hill, Estoy con los hipopótamos, que al parecer aún siendo italiana lo petó bastante en Alemania, ya que todo lo que encuentro sobre ella está en este idioma. El actor se llama Les Markowitz, y en cuanto veais su foto os acordareis inmediatamente de él:






    Desafortunadamente, no tengo vídeo de ninguna escena de este tipo recibiendo leña de Bud Spencer, pero concentrándonos un poco seguro que podemos visualizar aquel golpe famoso en toda la cepa de la oreja que daba el animal ese a todos sus adversarios con la mano abierta entera.


    Quzás el más famoso de todos los esbirros sea Tiburón, que luchó contra James Bond en La Espía que me Amó y Moonraker.  Otro pedazo de animal con una señora mandíbula, esta vez de puro y duro acero toledano, que ha sido recientemente nombrado como el mejor personaje de la saga de James Bond 007. Y no es para menos. Debes de ser bueno cuando eres el único personaje de los malos que aparece en dos películas de 007. Aquí teneis una muestra de su carisma y de cómo poner esos poderosos dientes en buen uso:




    El maromo... digooo... el actor que lo interpretaba era Richard Kiel, que gozó de bastante popularidad en los 80, llegando a protagonizar campañas de publicidad como este anuncio de unos cereales:

                                            Y es que es duro acabar encasillado...

    Termino esta entrada homenajeando al esbirro por antonomasia, aquel del que nunca sabemos el nombre pero nos consta que es un sicario esforzado como el que más, ese que es capaz de sobrevivir una y otra vez y dedicarse al Mal con todas sus fuerzas sirviendo a uno y otro y otro jefe diabólico incansablemente. El epítome de todo esto fue el especialista en artes marciales Al Leong, probablemente el esbirro en pelis de acción más identificable de todos los tiempos, con su calva frontal, sus melenas atrás y su bigotaco a lo Fu-Manchú. Recientemente, ha sido galardonado entre la comunidad de maleantes por toda una vida dedicada a ser sicario. Veamos sus méritos:




    Y es que nunca se les ha hecho justicia a los sicarios, esos esforzados trabajadores del mal que fuera de su trabajo son personas como tú y como yo, tienen sus vidas, sus alegrías y sus tristezas, sus penas y miserias, sus familias.... ¿O es que nunca nadie se paró a pensar en lo que puede llegar a sufrir la familia de un esbirro?


    miércoles, 11 de mayo de 2011

    ¡Miedo!

    Muy bien. Ha llegado el momento de confesarlo. No podía mantenerlo en secreto por más tiempo. Señoras y señores... ¡Siempre he sido un cagao! ¿Cómo? ¿Acaso no he dibujado siempre monstruos horrendos que ridiculizan a cualquier sueño enfermo del lunático más despiadado del asilo de Arkham? ¿Acaso no he buceado en los misterios insondables del olvidado culto prehumano al gran Cthulhu y arriesgado la condenación de mi alma eterna buscando el Necronomicón y leyendo los manuscritos Pnakóticos? ¿Acaso no he sido testigo del alzamiento del Anticristo desde su primera cópula con el torero de Ubrique hasta su vertiginosa ascensión catódica después de obligar a su demoníaca prole a devorar el pollo eucarístico? ¿No he sobrevivido a todas estas experiencias que hubieran hundido a cualquiera de mis semejantes en la más absoluta ruina moral y decadencia física hasta conducirle a una muerte espantosa?

    La respuesta es un rotundo SÍ, PERO...

    Lo que sigue a continuación es un listado de esos míos típicos con las cosas que hicieron que o bien saliera corriendo de delante del televisor, o fingiera ir al baño en el cine para después pasarme toda la peli encerrado en el váter de caballeros y no volver a la sala, o para hacerme despertar de repente en medio de la noche entre sudores y temblores...

    El terror más antiguo que experimenté en mi vida vino de una serie de televisión. Según mi madre, en cuanto sonaban los primeros acordes de la sintonía parecía que yo tuviera una especie de condicionamiento a lo Paulov: en vez de salivar salía pitando del salón y me ponía detrás de la ventana, como buscando una protección contra el ser más horrendo y salvaje que había visto en mi breve vida, Lou Ferrigno caracterizado como "El increíble Hulk" (o como se le conocía antiguamente, "La Masa"). Yo era muy pequeño (apenas me acuerdo), tendría unos cinco o seis años, y os garantizo que si se lo enseñáis a cualquier crío de esa misma edad, se acojona más que con el Hulk digital de las pelis de ahora. El terror supremo llegaba cuando al protagonista se le ponían los ojos blancos. ¡El horror, el horror!


    Siguiendo mis miedos por orden cronológico, el siguiente engendro que alimentó mis pesadillas fue el Hombre Lobo. Ya contaría yo con unos siete años cuando en Nochevieja emitieron en estreno mundial el nuevo vídeo de Michael Jackson, "Thriller". Debo decir que no lo ví entero hasta bien entrado en la edad adulta, tanto fue el espanto que me provocó la transformación del inocente y virginal Michael en una criatura salvaje y descontrolada sedienta de sangre. Aunque con el tiempo él mismo dio más miedo al convertirse en una criatura fantasmal y descontrolada sedienta de niños... la realidad otra vez supera a la ficción. Aquí teneis el vídeo:



    Después de aquello, pasé una temporada con pesadillas acerca del Hombre Lobo y si lo pensais un poco se pueden ver similitudes entre los dos monstruos que me quitaron el sueño en mi más tierna infancia. Los dos monstruos eran una maldición de un señor que era pacífico y todo bondad que no podía evitar ser salvaje e irracional y poner en peligro a todo lo que le rodeaba. Para más inri, aquellos años vivieron un boom del cine de licántropos donde se recreaban en la transformación de hombre a lobo, llegando a tardar éstas entre uno y dos minutos, aunque la chica de la peli no empezaba a correr hasta casi el final de la transformación... ¡Qué morbosa! Ni que decir tiene que no me vi ni una...

    Un tiempo más tarde, pasé miedo con unas cuantas películas que no eran de terror, pero a mí me impresionaron, entre otras cosas por un sencillo truco: una voz distorsionada. Sí, así es. No había que partirse la cabeza para asustarme, con distorsionar una voz y hacerla grave como de mostruo ya era suficiente. La más obvia de todas que seguro que ha asustado a más de un niño fue Los Cazafantasmas. estaba el espectro que se aparecía al principio en una biblioteca, los perros demoníacos cuya silueta aparecía en la nevera de Sigurney Weaver y al final una tipa medio en pelotas con la voz atronadora que me hizo temblar. De hecho desde que salió la silueta del perro demoníaco en la nevera, ya me había levantado de mi butaca en el cine terraza y me ví el resto de la película a trozos entre visitas al baño y al quiosco. Aquí está el vídeo con la tipa de la voz que me acojonaba:


                        

    Otra ración de voz que acojona: la del malo de la peli "El Pato Howard". No he encontrado ningún vídeo, sólo una foto. Este tipo es un científico que trae a la tierra al pato Howard desde una dimensión paralela, quien más tarde es poseído por una entidad cósmica que me dio mucho miedo... Y con esa cara no te digo na...

    En la foto parece que tenga una tele encima de la cabeza y fuera de cámara que atrae pelos con la estática...

    Atentos que ahora viene la peli más ridícula con la que jamás alguien haya pasado miedo (aparte de por lo mala que era, claro). Nada más ni nada menos que... Superman IV. Bueno, va, ¡dejad de reiros hombre! Teneis razón por meteros conmigo todo lo que querais y más, pero chicos, Lex Luthor dio con la clave para derrotar a Superman de una vez por todas haciendo un clon del kriptoniano con un pelo de éste que roba en el museo de Metrópolis y utilizando la energía nuclear del sol al engañar a Superman para que lance el cohete donde va el embrión al astro rey. Como lo oís... ¿El resultado? Una especie de supervillano drag queen con uñas radiactivas postizas nucleares y venenosas (!) y una voz distorsionada que por primera vez me hizo pensar que Superman de verdad podría palmar. Aquí teneis al personajazo en cuestión, con el original nombre de Hombre Nuclear que ahora da miedo por otros motivos bastante más oscuros... Literalmente, el Hombre Nuclear "se clava" a Superman ¡en la luna!

                          
    No lo he encontrado en español, pero parece ser que lo de la voz grave y distorsionada sólo lo ponían en España para joder a los niños impresionables como yo. En esta película dije que me iba al baño y al final tardé unos tres cuartos de hora en volver. Mi tío fue el que nos llevó a mi primo y a mí, y yo pensé que le había engañado. Nunca le pregunté, pero seguro que se partiría de risa.

    El último secreto vergonzante de hoy: cuando todos mis compañeros del cole coleccionaban las pegatinas de la serie "V" y se la veían puntualmente todos los días, yo no vi en su momento ni un sólo capítulo, les tenía un miedo irracional a los lagartos que ni os podeis imaginar. Y en aquellos tiempos con sólo dos canales, si no veías algo de moda eras un inadaptado total. No gané mucha popularidad como os podreis imaginar. Éste que os pongo aquí es el momento que más se comentó en el cole y que nunca ví por cagao, disimulando lo que podía, asintiendo a todo lo que me decían haciéndome el machote...


    Estos fueron los terrores de mi infancia, los que me acosan ahora son mucho más mundanos y tienen que ver menos con monstruos fantásticos y más con la estupidez humana. Lo más terrorífico que he visto últimamente es esto: